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lunes, 21 de octubre de 2024

Mia madre (2015)


Margherita es una directora de cine que debe afrontar un rodaje con un actor divo, mientras vive el proceso del final de la vida de su madre enferma.


Ella se ha volcado en el rodaje mientras su hermano (Nanni Moretti) ha optado por dejar el trabajo para estar cerca de la madre.



La película presenta secuencias de una gran intensidad dramática. Como cuando choca el coche de su madre de forma deliberada contra un muro y le rompe el permiso de conducir para que ya no vuelva a conducir en su estado.

O cuando se "enfada" con ella porque ya no puede andar tres pasos sola.


Para los que hemos vivido situaciones similares, eso es más duro que las escenas de enfermos enchufados a máquinas en hospitales.


El film, pero, ofrece un final de vida "amable", con una madre que revive su trabajo intelectual a la vez que disfruta de la compañía de la nieta gracias a los deberes de latín.


Las escenas del rodaje, con un John Turturro insoportable 😂 como actor divo, son la válvula de la sonrisa de la película. 



Mi madre (2015) dirigida por Nanni Moretti.

lunes, 5 de febrero de 2024

El bueno, el feo y el malo (1966)

Un duelo entre tres tipos: Un disparo. Un muerto.


El cementerio de Sad Hill


Si en Por un puñado de dólares había un tipo carismático.
Si en La muerte tenía un precio había dos tipos carismáticos.
Pues, en El bueno, el feo y el malo hay tres y se nos presentan en los créditos...

Clint Eastwood es "Rubio", el bueno.

Eli Wallach es "Tuco Benedicto Pacifico Juan María Ramírez" 😂, el feo

Lee van Cleef es "Sentencia", el malo

Pese a sus tres horas de montaje completo, el film no está equilibrado entre los tres. 

Eli Wallach SE ROBA todo el protagonismo cada vez que aparece. 


Y aunque haga maldades, nuestro corazoncito está con él porque es tan entrañable que hay que quererlo. 
Mi secuencia favorita de Tuco es la del convento. Su charla con su hermano y como falsea, ante el Rubio, la realidad de su familia.

"En este mundo si no quieres morirte de hambre o te haces fraile o te haces bandido"

Tuco tiene otras replicas gloriosas, como cuando le asaltan en la bañera. Y en lugar de hablar tanto, simplemente dispara y ya.



El bueno, el feo y el malo va más allá de un western con tres pícaros que intentan quedarse con un botín. Toda la parte de la guerra civil americana (con trincheras en las laderas del río) y ese puente que el propio militar SABE que debería volarse para salvar vidas (las de los suyos y las de los del otro lado, que son "el enemigo" pero en el fondo son como él y lo suyos) es un parábola antibelicista de aúpa.
Y fue rodada en la España de Franco, con integrantes del ejército español haciendo de extras.


Aunque la "trilogía del dólar" nunca fue pensada así, sino que simplemente se fueron acumulando debido al éxito, hay guiños épicos que las unen. Como cuando el personaje de Clint pone su abrigo sobre un soldado moribundo y le da su cigarro. Y luego, a cambio, se queda con su poncho.

¡El poncho tarda una barbaridad en salir!

O en el tiroteo final. Cuando "Sentencia" muere y cae dentro de la tumba. El Rubio le acerca el revolver y el sombrero ¡a tiros! hacia la fosa.


Sobre los tiros de fantasía ya hablé en la reseña de Por un puñado de dólares. Este es un mundo irreal, como de juego infantil cuando decía ¡pam! y el otro moría. 

A esa idea del mundo de fantasía contribuye la banda sonora de Ennio Morricone que aquí remata (ehem) con el "Ecstasy of gold" en esa secuencia de Tuco corriendo por el cementerio de Sad Hill en busca de la tumba con el botín.

Todos somos Tuco en ese final. 
Hemos sufrido y hemos dañado. Hemos mentido y nos han engañado. Pero ahí, hay un tesoro y será nuestro. Y corremos sin saber a dónde, y nos ponemos a cavar con las manos.

"El mundo se divide en dos clase categorías, los que tiene un revolver cargado y los que cavan. Tú, cavas."


Y, como Tuco, en la vida real nos quedamos colgando ahí.

Podrían estar hablando de mí




El bueno, el feo y el malo
(Il buono, il brutto, il cattivo; 1966) dirigida por Sergio Leone.


Un bonus a esta película (y a la trilogía del dólar) es el documental "Desenterrando Sad Hill" que narra el empeño de unos aficionados a desenterrar el páramo donde se situaba ese falso cementerio. 

Incluye intervenciones de participantes del rodaje, de Ennio Morricone, del propio Clint y de un aficionado llamado James Hetfield (Metallica lleva 30 años iniciando sus directos con el "Ecstasy of gold").

Y si se les dispara la nostalgia, siempre pueden ir de visita.

sábado, 27 de enero de 2024

La muerte tenía un precio (1965)


El film inicia con esta sentencia...
Aunque podrían haber puesto: "La otra peli nos fue bien, así que hacemos otra de lo mismo y verán que chula es". Y sí, lo es.


El éxito de Por un puñado de dólares llevó al equipo a repetir la jugada y a subir la apuesta en La muerte tenía un precio (aplauso al título en castellano. Mucho mejor que el original). Esta continuación es más extensa y tiene, si cabe, tipos aún más carismáticos.


Está Lee Van Cleef, que ya en la secuencia inicial, se nos presenta haciendo parar un tren donde no tenía previsto parar. (Y el vagón con el caballo se para JUSTO en la zona de la rampa para ganado de la estación 😂 ).


No tarda en aparece Clint y el poncho. Y en un guiño a la peli anterior, su personaje no usa la mano derecha (se la hieren en Por un puñado de dólares) Así que los puñetazos los bloquea y los reparte con la mano izquierda).

Y luego reaparece Gian Maria Volonté.
Aquí es "el Indio" pero podría seguir siendo "Rojo", el de la peli anterior. Y reaparece su compinche, el grandullón Chico (y viste igual que en la otra película porque total... ¿Quién va a darse cuenta?).

Clint y Lee tienen una mítica secuencia de provocaciones y disparos a los sombreros que termina con una alianza que todos los espectadores ya hemos deseado desde antes.

Y luego está el robo al banco. Y aunque son malvados, el ingenio del robo es tan audaz que uno se siente cómplice y por un momento olvida que son los malos y se sube con ellos a su carro.
Hasta que nos reubicamos y volvemos con los buenos.

El detalle de la culata de la pistola

 
Apenas tiene diálogo, pero Klaus Kinski, el malvado de la chepa, es tremendo.
Solo su presencia ya resulta perturbadora y se pone a la altura de carisma de su antagonista.



Si quieren buscarle pegas a la película les diré las mías.
Algunas escenas son demasiado largas. 
Y el film inicia cosas que luego nunca llega a profundizar:
Al iniciar, Lee Van Cleef lee la Biblia. Luego hay un guiño cuando arranca el primer cartel de "Se busca" pero nunca más hay una referencia. 
El matrimonio que lleva el hotel donde se hospeda Clint, con la matrona intentando hacerse ver, y el marido "que no se entera de nada" y el niño que le cobra a Clint por todas las "novedades". Yo quisiera ver más de ellos...
Y el pueblo aquel de final, donde no les gustan los forasteros. ¿Cómo se acomodó Lee van Cleef ahí?


Ennio Morricone también repite y sube su apuesta. Aquí con el tema musical del reloj, que es la obsesión del Indio (genial Gian María Volonté como desquiciado) y a la vez la nostalgia que siente el personaje de Lee Van Cleef.



La muerte tenía un precio (Per qualche dollaro in più; 1965) dirigida por Sergio Leone.


El duelo final es el mejor, por la trama, por cómo se cierra y, simplemente, por la puesta en escena. Leone un artista en dónde ubicar la cámara y cómo hacer un encuadre. 



Leer más sobre La trilogía del dólar
El bueno, el feo y el malo (1966) + documental Desenterrando Sad Hill

domingo, 21 de enero de 2024

Por un puñado de dólares (1964)

A mi caballo le molesta la gente que se ríe.


Un pistolero llega a un pueblecito cerca de la frontera de México. Viendo el enfrentamiento entre los dos clanes locales, decide tomar parte y a costa de engañar a unos y a otros, ir haciendo negocio.

Los Baxter a un lado, los Rojo al otro. Y yo en medio.




Clint Eastwood y su icónico poncho llegan a nuestras vidas de la nada. Es un malvado más y por ello el tabernero lo quiere fuera del pueblo. Luego veremos que tiene su corazón y será capaz de sacrificar un puñado de dólares
Luego le darán una somanta de palos.
Y esperaremos la recuperación para la venganza final.

Ennio Morricone compone aquí, no solo una banda sonora emblemática, sino una composición icónica que abarca más que la trilogía que rodaron Leone, Eastwood (y el poncho) sino casi todo el subgénero del spaghetti western en sí.
De inicio a fin, Morricone te lleva un lugar de fantasía.

Es un western sucio, sudoroso, mal afeitado e irreal.

¡Pum! Estás muerto.
¡Pam! Estás muerto.
Como en los juegos infantiles. Un disparo, un muerto. 


Que Clint es tan lacónico y carismático como el samurái Toshiro Mifune lo vemos enseguida. Pero aquí, el reparto de secundarios carismáticos en su maldad es digna de mención. A diferencia de los samuráis del film original, que nos parecían todos iguales, el clan de los Rojos está llena de tipos peculiares.
Gian Maria Volonté está genial


Nunca se nos cuenta cómo logra Joe (así llaman 2 veces durante el film al personaje de Clint) cortar un trozo de una vagoneta para hacerse una coraza para el duelo final. ¿Con una lima? ¡Eso le llevaría años!
¿Por qué explota una bota de vino al caerse por la rampa? ¡Qué mas da!
¡Y la sangre es pintura gruesa! Qué más da también, esto es pura fantasía.



Por un puñado de dólares (Per un pugno di dollari; 1964) dirigida por Sergio Leone.

Está película es un remake (o plagio o homenaje) de Yojimbo (Reseña aquí)

Leer más sobre La trilogía del dólar
El bueno, el feo y el malo (1966) + documental Desenterrando Sad Hill

domingo, 22 de octubre de 2023

La maldición de Lake Manor (2019)

Es lo que tú querías, ¿no?

Haremos que Denise se quede en casa, para siempre.


Samuel es un niño postrado en una silla de ruedas. Vive en una gran mansión, rodeada de una finca con un lago, que su madre dirige con mano de hierro.
La llega de una joven, Denise, empleada como criada en la mansión le descubre a Samuel (y al espectador) que hay un mundo más allá. Un mundo más moderno de lo que la vida y las reglas de la mansión parecen querer mantener.

Al arrancar el film hay más cruces de las que vemos luego

Lejos del clásico terror italiano, aquí no hay chillidos ni chorros de sangre. Aquí casi diríamos que no hay nada.
Pero algo ocurre. 
En la casa, en los que allí habitan, y en lo que ocurre allá fuera.
Porque se percibe que algo ocurre allá fuera, pero apenas hay pistas. Solo una pesadilla premonitoria, quizás.


Samuel y Denise, siempre vigilados

La llegada de Denise y su acercamiento / flirteo con Samuel, a veces interesado por un intercambio por cigarrillos (algo que me retrotrae a la posguerra) desvían la atención del misterio. 
Poner a Denise a bailar en la sala o a bañarse en bikini, y CÓMO LA MIRA LA CÁMARA, sí recuerda al cine añejo del viejo giallio italiano. Bellas actrices en paños menores chillando mientras son acuchilladas sin razón por maníacos rancios.

Y luego está el médico particular. Maurizio Lombardi, se llama el actor, un tipo con un parecido físico sorprendente con Buster Keaton. 
Maurizio Lombardi se parece a Buster Keaton

Obvio que no se tropieza, ni le caen cosas encima, pero se queda mirando con su rostro hierático, como juzgándote desde su mundo interior. 


Nos hicieron comprar una novela para contarnos un relato.

Toda la película podría contarse, incluyendo su giro final, con mucho menos metraje. Se hace lenta de inicio y nunca despega. 
Se entiende que la pausada vida tranquila es parte de la atmósfera opresiva de la mansión. Pero todos podemos entenderlo con menos tiempo robado.

Podemos no pasar miedo viendo la película, pero lo que es un crimen es que tengamos que aburrirnos.

Me largo. Adiós



La maldición de Lake Manor (Il Nido; 2019) dirigida por Robert De Feo.

sábado, 26 de noviembre de 2016

Tenebre (1982)

Tenebre es una película tan mala que resulta simpática y divertida de ver.
Es un giallo de Dario Argento: así que vayan preparados para un argumento que no tiene ni pies ni cabeza, un guión trufado de frases que ya habrán oído, mujeres que salen y entran a la ducha y chorros de pintura roja a modo de sangre.

Trata sobre unos asesinatos, un libro de asesinatos y el autor del libro y un harem de mujeres que se duchan o son asesinadas.



Les contaré mi secuencia favorita:
Una quinceañera es abandonada por su novio motero en una sombría aunque lujosa urbanización. Un doberman pega un susto a la chica ladrando detrás de una alambrada. La muchacha da un golpe con un palo a la valla. El perro, la mejor interpretación de toda la película con diferencia, se lo toma como algo personal y salta la alambrada y se pone a perseguir a la chica. La chica huye campos a través (¿antes he dicho que era una urbanización de lujo? Da igual, ahora son descampados). Para salvar la vida, la chica escala vallas de dos metros que el perro (o el doble del perro) salta sin dificultad.
Huyendo de ese “sabueso de los baskerville” (la mención no es al azar), la chica va a dar con la guarida secreta del asesino de la trama. Y logra entrar en la guarida porque el asesino se ha dejado las llaves en la cerradura… ¡por favor!
Allí dentro intuye que aquello es la guarida del asesino y se mete en el bolsillo fotos y diarios del malvado (porque el malvado hace fotos y toma notas para ir dejando pruebas, digo yo) y huye por un pasillo secreto que da al interior de la mansión de lujo. En la casa, la sorprende el asesino que, lejos de ir con pantuflas y pijama, viste como cuando asesina y lleva en la mano la navaja de asesinar…  la chica huye por el jardín, el asesino la persigue, ella le lanza las fotos y los papeles que le ha robado hasta que tropieza, cae y el asesino la asesina con un hacha (¿no les he hablado del hacha antes? Disculpen, yo tampoco la había visto…).



Otros detalles que conviene no perderse tiene que ver con el clima. Como cuando se pone a llover a cántaros de repente o cuando, en lo que algunos dirán que es un fallo de racord, una charla por un pasillo iluminado por la luz del mediodía pasa de repente a ensombrecerse por la luz del atardecer sin razón alguna).