lunes, 5 de febrero de 2024

El bueno, el feo y el malo (1966)

Un duelo entre tres tipos. Un disparo. Un muerto


El cementerio de Sad Hill


Si en Por un puñado de dólares había un tipo carismático.
Si en La muerte tenía un precio había dos tipos carismáticos.
Pues, en El bueno, el feo y el malo hay tres y se nos presentan en los créditos...

Clint Eastwood es "Rubio", el bueno.

Eli Wallach es "Tuco Benedicto Pacifico Juan María Ramírez" 😂, el feo

Lee van Cleef es "Sentencia", el malo

Pese a sus tres horas de montaje completo, el film no está equilibrado entre los tres. 

Eli Wallach SE ROBA todo el protagonismo cada vez que aparece. 


Y aunque haga maldades, nuestro corazoncito está con él porque es tan entrañable que hay que quererlo. 
Mi secuencia favorita de Tuco es la del convento. Su charla con su hermano y como falsea, ante el Rubio, la realidad de su familia.

"En este mundo si no quieres morirte de hambre o te haces fraile o te haces bandido"

Tuco tiene otras replicas gloriosas, como cuando le asaltan en la bañera. Y en lugar de hablar tanto, simplemente dispara y ya.



El bueno, el feo y el malo va más allá de un western con tres pícaros que intentan quedarse con un botín. Toda la parte de la guerra civil americana (con trincheras en las laderas del río) y ese puente que el propio militar SABE que debería volarse para salvar vidas (las de los suyos y las de los del otro lado, que son "el enemigo" pero en el fondo son como él y lo suyos) es un parábola antibelicista de aúpa.
Y rodada en la España de Franco, con integrantes del ejército haciendo de extras por ahí disparando y corriendo.


Aunque la "trilogía del dólar" nunca fue pensada así, sino que simplemente se fueron acumulando debido al éxito de la anterior, hay guiños épicos que las unen. Como aquí, cuando el personaje de Clint pone su abrigo sobre un soldado moribundo y le da su cigarro. Y luego, a cambio, se queda con su poncho.

¡El poncho tarda una barbaridad en salir!

O en el tiroteo final. Cuando "Sentencia" muere y cae dentro de la tumba. El Rubio le acerca el revolver y el sombrero ¡a tiros! hacia la fosa.


Sobre los tiros de fantasía ya hablé en la reseña de Por un puñado de dólares. Este es un mundo irreal, como de juego infantil, Es decir ¡pam! y estás muerto. 

A esa idea del mundo de fantasía contribuye la banda sonora de Ennio Morricone que aquí remata (ehem) con el "Ecstasy of gold" en esa secuencia de Tuco  corriendo por el cementerio de Sad Hill en busca de la tumba con el botín.

Todos somos Tuco en ese final. 
Hemos sufrido y hemos dañado. Hemos mentido y nos han engañado. Pero ahí, hay un tesoro y será nuestro. Y corremos sin saber a dónde, y nos ponemos a cavar con las manos.

"El mundo se divide en dos clase categorías, los que tiene un revolver cargado y los que cavan. Tú, cavas."


Y, como Tuco, en la vida real nos quedamos colgando ahí.

Podrían estar hablando de mí




El bueno, el feo y el malo
(Il buono, il brutto, il cattivo; 1966) dirigida por Sergio Leone.


Un bonus a esta película (y a la trilogía del dólar) es el documental "Desenterrando Sad Hill" que narra el empeño de unos aficionados a desenterrar el páramo donde se situaba ese falso cementerio. 

Incluye intervenciones de participantes del rodaje, de Ennio Morricone, del propio Clint y de un aficionado llamado James Hetfield (Metallica lleva 30 años iniciando sus directos con el "Ecstasy of gold").

Y si se les dispara la nostalgia, siempre pueden ir de visita.

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