domingo, 29 de junio de 2025

Kenshin, el guerrero samurái (2012)

Adaptación live action del popular manga del samurái vagabundo que expía sus pecados.



Himura Kenshin es un vagabundo muy habilidoso en el combate. Porta una espada con el filo invertido (la parte cortante apunta hacia uno mismo, no hacia el enemigo) y ha prometido no matar. 
Kenshin vaga por el Japón de la era Meiji, ayudando a la gente y no matando ni siquiera a los que quieren acabar con él. Es su forma de expiar sus pecados. 

Y es que diez años atrás Kenshin era un temido asesino, apodado "Hitokiri Battōsai" ("Asesino maestro del arte de desenvainar". Aunque prefiero las traducciones de "el Destajador" o "el carnicero")
Kenshin se había unido a los Ishin Shishi un grupo que se oponían a la forma de gobierno del shogunato y abogaban por la Restauración del poder real del Emperador. 
Este conflicto bélico interno de Japón, la guerra Boshin, terminó en 1868 con la llamada Restauración Meiji. El país se modernizó. Y una parte de la sociedad, intentó asimilar las formas culturales de occidente. Entre las medidas políticas destacan la apertura de los puertos marítimos para comerciar con el mundo, una ferviente industrialización, una reforma agraria, la centralización del poder en la figura del Emperador y la creación de la Constitución Meiji. 
Y entre las medidas concretas, el edicto de la Abolición de la Espada y la creación de un ejército de reemplazo, inspirado en los ejercito europeos de Francia o Prusia. 

Entre los impactos colaterales de estas medidas, está la abolición de la clase samurái. El final de una era.

Todo este cultivo socio-cultural se plasma en la obra. Así como el conflicto cultural de Japón: ser fiel a las tradiciones ancestrales o ser moderno y occidental. 

La galería de personajes de la historia ilustran todas esas múltiples opciones de la sociedad japonesa de la época.
Kenshin, que luchó (y mató) para provocar un cambio social, asiste ahora, desde el anonimato, a las consecuencias de esos cambios.

La trama inicia cuando Kenshin conoce a Kaoru, una huérfana heredera de un dojo caída en desgracia. Un malvado asesino usa el apodo de "Battōsai" y dice ser alumno de ese dojo para desprestigiarlo. 
Kenshin, que fue el auténtico Battōsai, ayudará a Kaoru en sus conflictos inmobiliarios, cuando un malvado nuevo rico, Takeda, ambiciona expropiar el dojo. Takeda que vive a la occidental tiene un turbio y lucrativo negocio: el opio.

Takeda intentará comprar a Kenshin y luego a un asesino callejero, Sanosuke, para que lo mate. 

Al dojo de Kaoru también acudirá a refugiarse Megumi, una boticaria que trabajó en la elaboración del opio para Takeda.



Es complicado encajar en una película la complejidad de la historia del manga original. 
Escrito y dibujado por Nobuhiro WatsukiRurouni Kenshin fue serializado en la mítica revista Shonen Jump entre 1994 y 1999. Y publicado luego en 28 tomos recopilatorios. Es la obra más popular del mangaka, y uno de los manga más conocidos y exitoso.
Tuvo una exitosa adaptación al anime en forma de serie. Luego en película y con material complementario, OVAS e incluso novelas. 
Esta adaptación con actores y actrices alcanzó, también, un gran éxito. Y se realizaron dos secuelas:
Kenshin, el guerrero samurái 2: Infierno en Kioto (2014)
Kenshin, el guerrero samurái 3: El fin de la leyenda (2014)


El lucrativo negocio de la franquicia de Rurouni Kenshin no puede, sin embargo, ocultar la controversia que desde 2017 está asociada a su autor. Nobuhiro Watsuki fue detenido por posesión de pornografía infantil.



Kenshin, el guerrero samurái (Rurôni Kenshin: Meiji kenkaku roman tan; 2012) dirigida por Keishi Ōtomo. 

miércoles, 25 de junio de 2025

Goodbye Eri

Quiero que me grabes hasta el final


Yûta recibe un smartphone por su cumpleaños. Y una misión: grabar y fotografiar a su madre, enferma terminal.

Yûta presenta esa obra documental en un festival escolar. El giro final de la película ofende y enfurece a compañeros y profesores. Yûta decide poner fin a su vida. Aparece Eri, una misteriosa chica, que le "obligar" a ver películas con ella para aprender cine. A Eri le gusta como Yûta grabó a su madre, y pretende que le haga una película a ella también. Eri también está enferma.

Aunque las grabaciones de Yûta sean "cinema verité", un cineasta decide qué mostrar y cómo. Esa realidad que crea puede, como la memoria humana, ser una reinterpretación. Así, la madre de Yûta no queda para la posteridad como en verdad era, sino como su hijo quiere que la recordemos.

Eri también quiere ser recordada (y recordarse) como Yûta la ve.

Una obra de los tiempos del black mirror pero que entronca con clásicas reflexiones sobre el cine, el cineasta, la película y la realidad. 

Este manga encantaría al cineasta surcoreano Hong Sang-soo (y a sus fans, éste manga).


Goodbye Eri
(Sayonara Eri)
Tatsuki Fujimoto
Tomo único
Editado por Norma Editorial

Shonen | Drama, Cinema

domingo, 22 de junio de 2025

El bárbaro y la geisha (1958)


John Wayne interpreta a Townsend Harris, el comerciante y diplomático que fue enviado a Japón en 1856 como cónsul general de Estados Unidos. Y que en 1858 firmó el Tratado de Amistad y Comercio (luego llamado Tratado Harris).

Éste es el periodo histórico real que abarca la película.

Y ahora, un poco de aburrida historia:
Desde 1639 Japón era gobernado por el shogunato Tokugawa. El shogunato fue el sistema de gobierno feudal que tenía Japón desde el siglo XII. Y que perduró hasta 1868 cuando, tras la guerra Boshin, se estableció la llamada Restauración Meiji

En un clima político de cierto descontento con el shogunato Tokugawa (que llevaba en el poder más de 200 años), llegó a las costas japonesas, un buen día de 1853, el barco del Matthew Perry (el Chandler de Friends, no). 
El oficial naval Perry llegó con el objetivo de romper el aislamiento que mantenía Japón con el extranjero. El llamado sakoku, en vigor desde el siglo XVII, y cuyos objetivos eran evitar las influencias perniciosas de los extranjeros, frenar la propagación del cristianismo y proteger la cultura y tradiciones japonesas de las tóxicas influencias del resto del mundo.

Matthew Perry logró firmar el Tratado de Kanagawa, por el cual se establecían relaciones diplomáticas. Japón se comprometió a abrir algunos puertos al comercio, a salvaguardar los derechos de los ciudadanos de Estados Unidos que vivieran en las islas y a dar asistencia a los náufragos (hasta ese momento, un náufrago extranjero que llegase a las playas japonesas era ejecutado... por si acaso).
Ese detalle del asesinato de náufragos se menciona en la película y a ese tratado de Kanagawa anda apelando John Wayne durante buena parte del film. El objetivo del cónsul de Estados Unidos en Japón, nuestro John Wayne, era fortalecer y ampliar esas relaciones diplomáticas y lograr reunirse directamente con el shogún.
El señor feudal de la ciudad costera de Shimoda (uno de los puertos que Japón se comprometió a abrir al mundo) intenta contener a John Wayne, dándole largas burocráticas para la entrevista con el shogún y le manda una geisha para espiarlo y entretenerlo.

El gigantón John Wayne mantendrá un postura de exquisita educación con la geisha, que terminará por enamorarse del americano. Y eso que el gigantón Wayne anda dándose golpes con los techos de la casa. Lo que provoca risotadas en los niños...

Un barco en cuarentena por cólera se acercará a Shimoda y algunos marineros enfermos desembarcaran por su cuenta. Esto provocará una epidemia en la ciudad que los japoneses intentan contener con plegarias místicas y John Wayne con métodos médicos más modernos (aunque nunca vemos realmente qué hace). Para acabar con el cólera, John Wayne decide pegarle fuego al pueblo.

Obviamente le encierran y están a punto de meterlo en un barco y mandarlo de nuevo para su casa cuando la epidemia de cólera se detiene y entonces todo el pueblo se arrodilla para agradecerle al extranjero americano que les haya salvado. 
Por fin, el líder local facilita el viaje hasta la capital, Edo (antiguo nombre de Tokio).

El cónsul le trae al joven shogún una silla, un catalejo y unas botellas de whisky. 
Los viejos y sabios señores feudales de clan Tokugawa deben decidir si aceptan el tratado con Estados Unidos o no. La votación, que es a abanico abierto, es muy reñida, pero terminan aceptándola.

Entonces el líder local, metido a ninja por una noche, le pide a la geisha que le marque la puerta donde duerme el extranjero para entrar y matarlo mientras duerme. La geisha marca la puerta de su propia estancia, para sacrificarse. El ninja se acobarda, la geisha huye de la casa y Japón se abrirá al mundo.


Y ahora, un poco más de aburrida historia:
Diez años después del Tratado Harris, inicia el conflicto civil de la guerra Boshin que supuso el fin del shogunato y el inicio de la Restauración Meiji
El poder del imperio volvió al Emperador. Se abolió el feudalismo, se promovió la industria, se modernizó la agricultura, y se estableció la Constitución Meiji (1889). Y se abolió la clase samurái.


En la película no veremos ni samuráis, ni signos del honorable código Bushido más allá de palabrería hueca. 
Lo que sí vemos son otros aspectos no demasiado positivos:
El señor feudal de Shimoda, que por cierto habla inglés y nunca se nos explica porqué, intentará cobardemente asesinar a John Wayne mientras duerme. Al fallar, ni siquiera lo intenta cuando le tiene enfrente. Al contrario, el tipo huye al jardín, para suicidarse a toda prisa.

Que el shogún sea un pre adolescente que no sabe cómo sentarse en una silla y que los pueblerinos huyan arrojándose al mar con la llegada del extranjero,  contribuye a la imagen de pobres japoneses infantiles que deben ser tutorizados por los benevolentes Estados Unidos. 
Ese tono paternalista que tan bien recrea la película es el mismo que el gobierno americano puso en los Tratados con Japón. Nunca fueron de igual a igual esas negociaciones, sino que se pactaron con los cañones de los barcos americanos apuntado hacia la islas.

El bárbaro y la geisha, junto a otras películas de los años 50 ambientadas en Japón, forman parte de un intento de Hollywood de "embellecer" las relaciones entre los dos países. Recordemos que, tras la Segunda Guerra mundial, hubo una ocupación de territorio japonés por parte de los Estados Unidos (1945-1952).




El bárbaro y la geisha (The Barbarian and the Geisha; 1958) dirigida por John Huston. 
La escena del cónsul llevando una ofrenda de whisky al shogún debió ser la primera en filmarse, dada la legendaria afición al alcohol que tenía el director y parte del equipo.

martes, 17 de junio de 2025

Suzuran

Texto base para el desarrollo de una telenovela.


Está la prota, madre soltera y artista del horneo de jarrones. Y la hermana devora hombres. Y una serie de giros argumentales con todos los clichés del culebrón: amores, engaños, traiciones, embarazos sorpresa, enfermedades terminales, hijos que su vez son sobrinos y maridos que fueron cuñados.

Es breve y se lee de una sentada.

Suzuran
Aki Shimazaki 
Traducción: Robert Juan-Cantavella. 
Tusquets Editores (2024)


Buscaba la forma de organizar mi futuro sin decirle nada a nadie.

Pero para mi hermana, seducir a un hombre siempre ha sido un juego. 

En mi sueño, por fin descubro el placer... con el prometido de mi hermana.

Espero que algún día encuentres un trabajo que se adapte a tus capacidades.

domingo, 15 de junio de 2025

La balada de Narayama (1983)


En una pobre villa de campesinos existe la leyenda que hay que abandonar a los ancianos al cumplir los 70 años en la cima de la montaña.

Orin, la matriarca de la casa del Tronco, ya tiene 69 años. Tiene una muy buena salud y todos los dientes. Pero ya va pensando en dejar arreglados sus asuntos e ir a reunirse con el Dios de la montaña.

La llegada de una nueva nuera para su hijo mayor, viudo, le facilitará las tareas de la casa y del campo. Orin la acogerá con simpatía y le contará el lugar secreto donde pesca truchas. 

También intentará encontrar una mujer para su otro hijo, que todos rechazan por apestoso. Una mujer para que el tipo se desahogue y deje de acechar a la perra de los vecinos.
Orin también participará, con engaño y omisión, en la justicia grupal de los vecinos para con una familia de ladrones. Llámalo justicia o asesinato múltiple porque toda la familia de ladrones es enterrada viva en una fosa.


Esta es una película que muestra el aspecto más primitivo de unas gentes, humildes y pobres, sobreviviendo en un entorno agreste y duro. 
Si se da una mala cosecha la hambruna se extiende y todos mueren, así que no pueden andar con sentimentalismos civilizados. 
Un bebé muerto = abono para el arrozal

Aunque la historia sea cruda, no es truculenta ni morbosa. Es natural. Y esto significa primitivo y salvaje en algunos momentos y bella y no exenta de humor en otros. 

Sus leyes ancestrales son normas no escritas, pero avaladas por la tradición. Como el ir a morir a la cima de la montaña antes que ser una carga para la familia.

El marido de Orin cuando tuvo que llevar a su propia madre a la cima, rehúso hacerlo y, según dicen, llenó de vergüenza a la familia y a todo el pueblo huyendo de sus responsabilidades.

No todos los ancianos esperan con ansia el momento de ir a reunirse con el Dios de la montaña. Al patriarca de la casa vecina, por ejemplo, deberán llevarlo a rastras hasta allí.

Orin ha tomado ya la decisión y pide a su hijo mayor que, siguiendo los preceptos de la tradición, la lleve hasta la cima. 
La peregrinación, o casi diría que vía crucis, del señor montaña arriba, llevando a cuestas a la madre, tiene algo de proceso de duelo anticipado.



A lo largo del film las escenas con animales y sus usos y costumbres: aparearse, devorarse o mudar de piel en caso de las omnipresentes serpientes, forman parte de la narración. 

En ese mundo los animales y los seres humanos nacen, crecen, comen, se reproducen y mueren.


La práctica, más leyenda que tradición real, de abandonar a los integrantes de la familia que son una carga, es una acción de sacrificio individual para la supervivencia de la familia. También está el aspecto religioso de la paz y el descanso tras la muerte. El ir a un lugar mejor y reunirse con aquellos que se nos adelantaron en el camino.


La balada de Narayama fue la primera novela escrita por Sichiro Fukazawa y logró tal popularidad que en apenas unos años se llevó al cine. Keisuke Kinoshita fue el director de esa primera versión (1958). En la que Orin fue interpretada por la actriz Kiyuko Tanaka (La vida de Oharu, El intendente Sansho).


En el remake que nos ocupa, destaca en el reparto el actor Ken Ogata (que fue Hokusai en Edo Porn). Y Orin, la anciana de 70 años que quiere ir a morir a la montaña, lo interpreta la actriz Sumiko Sakamoto que, y éste es un detalle simpático, solo tenía 46 años cuando hizo la película.
Orin (Sumiko Sakamoto) tras romperse los dientes




La balada de Narayama (Narayama Bushi-ko; 1983) dirigida por Shôhei Imamura.
Como apunte final diré que este remake, ganó la Palma de Oro en el festival de Cannes.