Mostrando entradas con la etiqueta Poesía. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Poesía. Mostrar todas las entradas

sábado, 15 de mayo de 2021

Las flores del mal

 




Nuestras faltas son tercas, nuestro pesares, flojos;
cobramos alto precio por nuestras confesiones
y, en el fondo, creemos lavar nuestras acciones
con el infame llanto que arrasa nuestros ojos.
Al Lector


Precisas por ganar el trozo de pan diario
tal como un monaguillo mover el incensario,
y entonar los Te Deum que no te inspiran nada,

o saltimbanqui hambriento, lucir todo tu encanto
y desatar tu risa, que oculta amargo llanto,
para arrancarle al vulgo su ruda carcajada.
La musa venal


Nada alegra estos muros que encierran mis despojos.
El mal monje


¡Oh dolor! ¡Oh, dolor! ¡Come el Tiempo la vida,
y el obsceno enemigo que roe el corazón
crece y se torna fuerte con la sangre perdida!
El enemigo


Yo reino en el azur, esfinge postergada;
mi blancura es de cisne y mi corazón, nieve;
porque enreda las líneas, odio lo que se mueve
y no río jamás, y no lloro por nada.
La belleza


-¡Ella llora, insensato, sólo porque ha vivido!
¡Y porque vive aún! Mas lo que ella deplora
más, y que la estremece y humilla de mil modos,
es que habrá de vivir mañana, ¡hora tras hora!
¡Y pasado mañana, y siempre! ¡Como todos!
La máscara


El amante de bruces sobre el cuerpo que ama
semeja un moribundo que su tumba acaricia.
Himno a la belleza


¡Sí! Vos seréis así, reina de todo encanto, 
tras el último sacramento,
cuando bajo las hierbas del viejo camposanto
os pudráis, y del musgo lento.
Una carroña


En el cubil de mi profunda pena,
donde el Destino ya me ha relegado
y un sol rosa y feliz no ha penetrado,
y la inhóspita Noche me enajena,
Un fantasma


La Dolencia y la Muerte hacen un día
cenizas del ardor de nuestras frentes,
El retrato


¿Es posible asfixiar al Remordimiento?
Lo irreparable


Por ir tras sombras sin pensar
recibirá duro escarmiento
todo el que cambie de lugar.
Los búhos


Es amargo y es dulce en las noches de invierno
escuchar junto al fuego que palpita y ahúma
los recuerdos lejanos elevarse en lo interno
al son de carillones que canta en la bruma.
La campana quebrada


Yo veo al desdichado, mito extraño y fatal,
tornar al cielo a veces, como el hombre de Ovidio,
al irónico cielo, cruelmente azulado,
su cabeza convulsa y alzarla con fastidio,
¡como si al mismo Dios reprochara su estado!
El cisne


¡Y me aterró envidiar a tanto desvalido
que correr hacia el abismo con furia desalada,
que, ebrio de su sangre, siempre habrá preferido
el dolor a la muerte y el infierno a la nada!
El juego


Al abrir mis ojos ardientes
yo vi el horror de mi garita
y sentí horadarme inclementes
filos de mi ansiedad maldita
Sueño parisiense


Siento a veces mi sangre escaparse a raudales,
como una fuente de sollozos musicales.
Oigo bien cómo fluye murmurando en su huida,
pero me palpo en vano para encontrar la herida.
La fuente de sangre


La muerte es quien consuela y a vivir nos ayuda;
es meta de la vida y la sola esperanza
que, embriagador elixir, por las venas avanza
e impulsa hasta el final de la jornada ruda.
La muerte de los pobres


Mi cuna estaba a una biblioteca contigua
La voz


El reloj, a su vez, susurra: ¡Está maduro
el condenado! En vano le muestro el cuerpo infecto.
¡El hombre es ciego, sordo y frágil, como un muro
que habita y que carcome algún insecto!
Lo imprevisto



Las flores del mal
Charles Baudelaire

Esta lectura formaba parte del Reto Lector: Efemérides 2021

jueves, 12 de octubre de 2017

Menja’t una cama



i aquesta cara jove
s’ha fos per un segon,
s’ha fos com una màscara
de cera, i m’ha fet veure
la cara ineluctable
del vell que s’hi amaga
i sap com l’odiem
La cara


Segur que avui hi havia núvols,
i no he mirat enlaire. Tot el dia
que veig cares i pedres i soques dels arbres,
i les portes per on surten les cares i tornen a entrar.
Mirava de prop, no m’aixecava de terra.
Ara se m’ha fet osc, i no he vist els núvols.
El distret


Plena de carrers per on he tombat
per no passar els indrets que em coneixen
La ciutat


(...) Fa dos anys i quatre mesos
que vaig donar aquest llibre a una altra noia. Mots
que he llegit pensant en ella, i ella va llegir
per mi, i són del tot nous, ara
que els llegeixo per tu, pensant en tu.

Josep Carner

martes, 1 de agosto de 2017

Los pequeños cantos





I
nadie me conoce yo hablo la noche
nadie me conoce yo hablo mi cuerpo
nadie me conoce yo hablo la lluvia
nadie me conoce yo hablo los muertos


IV
una muñeca de huesos de pájaro
conduce los perros perfumados
de mis propias palabras que me vuelven


VI
grietas en los muros
negros sortilegios
frases desolladas
poemas aciagos


XII
cuervos en mi mente
sobre su querido cuerpo


es el gran frío de la noche
lo negro


pasión de nuestros señores
los deseos


XV
niña que en vientos grises
vientos verdes aguardó


EN ESTA NOCHE, EN ESTE MUNDO
(fragmento)


(todo lo que se puede decir es mentira)
el resto es silencio

sólo que el silencio no existe


lunes, 2 de enero de 2017

Lo fatal - Rubén Darío

LO FATAL

Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque ésa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
¡Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos
y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...
Rubén Darío