domingo, 17 de abril de 2022

El signo de la cruz

El signo de la cruz (The Sign of the Cross; 1932)
En el ciclo "Semana Santa con Cecil B. De Mille" de #LaMicroteca


Hablemos, por favor, del baño de leche de burra de Claudette Colbert:

Este el primero de una serie de momentos eróticos de la película en una época en que Hollywood aún no estaba bajo la censura del código Hays (Saber más). 

Tras el baño, le siguen la bacanal romana con el sensual baile de "A naked moon" (Baile que es interrumpido por unos gritones cristianos camino de la muerte.  😄). 
Y le siguen todas las escenas de muchachas desnudas y atadas ante bestias salvajes durante las secuencias del circo.
Ò_Ó ¡Santa Papaya!

Porque toda la parte del circo es lo mejor de la película.
Arranca con los espectadores y sus comentarios jocosos.

"La última vez pelearon 60 gladiadores y solo murieron 7" 😂

O la riña matrimonial de una pareja en que ella le recrimina lo lejos que están sus asientos mientras que si el marido hubiera venido con alguna de sus mujerzuelas, seguro que estarían sentados en primera fila.

En el circo aparecen elefantes, cocodrilos, leones, orangutanes y en el sumo del bizarrismo una pelea entre "pigmeos y amazonas".
Amazona wins

Aparte de gladiadores muriendo, claro.
Y las reacciones de los espectadores es un compendio del comportamiento de "las masas": gente desmayándose y gente apostando, gente enfervorecida y gente aburrida. Gente comiendo y gente leyendo "el qué sigue ahora."

Me dirán los puristas que cualquier película de hoy en día es mucho más violenta y "pornográfica". Pero amigos... ¿Aparecen hoy en día elefantes arrastrando gente?

No hace falta decir nada más.


Y hablemos un momento del argumento de la película:

En el año 64 después de Cristo, un gran incendio asola Roma. Dicen que ha sido provocado por el emperador Nerón y para acallar bocas, Nerón culpa a los cristianos, que serán perseguidos con fervor.
El prefecto de la ciudad, Marcus, evita un linchamiento público de dos ancianos porque se enamora de la chica que va con ellos. A partir de ahí, su enemigo Tigellinus intriga para acusarle de cómplice y de traición. 
Por suerte (o desgracia) Marcus es el objeto del deseo de la emperatriz Poppaea, que manipula a Nerón según su voluntad.
Mediante tortura, Tigellinus averigua dónde se reúnen los cristianos y va a prenderlos. Marcus, entre su deber y su amor, accede a encarcelarlos. Libera a la chica y la lleva a una fiesta de libertinaje. Ella prefiere la muerte junto a sus compañeros que la fastuosa vida de pecado que le ofrecen.
Todos los cristianos mueren en el circo para entretenimiento de las masas y de Nerón. Marcus, obsesionado con que ella esté con él para siempre, decide subir con ella a la arena del circo.



"-Una puerta cerrada no es muy amistosa.
-Nunca está cerrada para un amigo de verdad."


¿Más películas viejunas? 👉 Semana Santa con Cecil B. De Mille

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