Adaptación live action del popular manga del samurái vagabundo que expía sus pecados.
Himura Kenshin es un vagabundo muy habilidoso en el combate. Porta una espada con el filo invertido (la parte cortante apunta hacia uno mismo, no hacia el enemigo) y ha prometido no matar.
Kenshin vaga por el Japón de la era Meiji, ayudando a la gente y no matando ni siquiera a los que quieren acabar con él. Es su forma de expiar sus pecados.
Y es que diez años atrás Kenshin era un temido asesino, apodado "Hitokiri Battōsai" ("Asesino maestro del arte de desenvainar". Aunque prefiero las traducciones de "el Destajador" o "el carnicero").
Kenshin se había unido a los Ishin Shishi un grupo que se oponían a la forma de gobierno del shogunato y abogaban por la Restauración del poder real del Emperador.
Este conflicto bélico interno de Japón, la guerra Boshin, terminó en 1868 con la llamada Restauración Meiji. El país se modernizó. Y una parte de la sociedad, intentó asimilar las formas culturales de occidente. Entre las medidas políticas destacan la apertura de los puertos marítimos para comerciar con el mundo, una ferviente industrialización, una reforma agraria, la centralización del poder en la figura del Emperador y la creación de la Constitución Meiji.
Y entre las medidas concretas, el edicto de la Abolición de la Espada y la creación de un ejército de reemplazo, inspirado en los ejercito europeos de Francia o Prusia.
Entre los impactos colaterales de estas medidas, está la abolición de la clase samurái. El final de una era.
Todo este cultivo socio-cultural se plasma en la obra. Así como el conflicto cultural de Japón: ser fiel a las tradiciones ancestrales o ser moderno y occidental.
La galería de personajes de la historia ilustran todas esas múltiples opciones de la sociedad japonesa de la época.
Kenshin, que luchó (y mató) para provocar un cambio social, asiste ahora, desde el anonimato, a las consecuencias de esos cambios.
La trama inicia cuando Kenshin conoce a Kaoru, una huérfana heredera de un dojo caída en desgracia. Un malvado asesino usa el apodo de "Battōsai" y dice ser alumno de ese dojo para desprestigiarlo.
Kenshin, que fue el auténtico Battōsai, ayudará a Kaoru en sus conflictos inmobiliarios, cuando un malvado nuevo rico, Takeda, ambiciona expropiar el dojo. Takeda que vive a la occidental tiene un turbio y lucrativo negocio: el opio.
Takeda intentará comprar a Kenshin y luego a un asesino callejero, Sanosuke, para que lo mate.
Al dojo de Kaoru también acudirá a refugiarse Megumi, una boticaria que trabajó en la elaboración del opio para Takeda.
Es complicado encajar en una película la complejidad de la historia del manga original.
Escrito y dibujado por Nobuhiro Watsuki, Rurouni Kenshin fue serializado en la mítica revista Shonen Jump entre 1994 y 1999. Y publicado luego en 28 tomos recopilatorios. Es la obra más popular del mangaka, y uno de los manga más conocidos y exitoso.
Tuvo una exitosa adaptación al anime en forma de serie. Luego en película y con material complementario, OVAS e incluso novelas.
Esta adaptación con actores y actrices alcanzó, también, un gran éxito. Y se realizaron dos secuelas:
Kenshin, el guerrero samurái 2: Infierno en Kioto (2014)
Kenshin, el guerrero samurái 3: El fin de la leyenda (2014)
El lucrativo negocio de la franquicia de Rurouni Kenshin no puede, sin embargo, ocultar la controversia que desde 2017 está asociada a su autor. Nobuhiro Watsuki fue detenido por posesión de pornografía infantil.
Kenshin, el guerrero samurái (Rurôni Kenshin: Meiji kenkaku roman tan; 2012) dirigida por Keishi Ōtomo.