domingo, 25 de diciembre de 2016

Historias de la biblio: Padre en pánico



Una de las frases más habituales que un progenitor dice a su prole en la biblioteca es el clásico: “Y no te muevas de aquí
Pero los niños no son piedras y se mueven.

Hoy ha entrado un señor diciendo que no encontraba a su hija.
- Estaba aquí – ha dicho señalando una silla con una mochila rosa colgando.

La silla estaba junto a una mesa en la que había una carpeta y una agenda del cole. Y nadie.

La niña no estaba en la sala.
Ni en el baño.
Ni en los pisos superiores
- No está en ningún sitio –ha exclamado el señor.

Obviamente eso era imposible. No se puede estar “en ningún sitio” pero como la situación era de alarma me he callado mis opiniones metafísicas y he dejado hablar a mi compañera que suele tener más empatía con los humanos.
Ha procurado tranquilizar al caballero con “vuelva a usted a mirar” o “estará por aquí”. No parecía servirle de mucho, pero al menos el señor no ha optado, como otros, en culpabilizarnos a nosotros:
- Digo yo que podrías vigilar un poco a los críos que para eso os pagan.
¬_¬ Oiga no

El hombre no era de los que busca culpables pero sí de los que tienden a la exageración “Me he pateado todas las plazas y calles y no está. He mirado por todas partes y no está en ningún sitio”.
¬_¬ Y dale con el “en ningún sitio”.

Me he concentrado en la mesa, con la agenda y la carpeta del cole y esa silla con la mochila colgando. Un gran vacío había allí. Era un instante para fotografiar: la desaparición de la infancia…
Me ha recordado esa escena de Twin Peaks del escritorio vacío de Laura Palmer… Obvio que me lo he callado porque si algo NO necesitaba ese padre, era recordar era gran serie de la historia de la menuda pantalla.
http://www.ryansouba.com/paintings/wheres-laura/

 
Para que no sufran les diré que la niña ha aparecido enseguida. Había salido con una amiga a comprar chuches en la tienda de la esquina. 
Como el padre no la ha encontrado dónde debía estar (y a la hora exacta que había dicho que pasaría a recogerla) el buen hombre se ha ofuscado y no la encontraba “en ningún sitio”.


Aunque el mundo real es oscuro y alberga horrores (guiño Game of Thrones) por suerte todo quedó en un susto.
Por cierto, qué gran serie era Twin Peaks, ¿eh?
Laura Palmer tras pasarse la tarde ordenando el estante de novelas


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