Mucho había oído hablar de las míticas entrevistas de Joaquín
Soler Serrano en su programa cultural “A Fondo” de TVE.
Pues bien… me pareció un estilo de entrevista mezcla de
lectura de datos de Viquipedia (aunque entonces no existía la Viquipedia , así que hay
que reconocer que alguien tuvo que escribir esa cronología de hechos
significativos) y de encuesta de inspector brusco de policía:
“Había también una
hermana” dice de repente para hablar de la infancia de la entrevistada. O
para cambiar de tema suelta un “tuviste
luego un hijo que se murió”. Menos tacto que frotarse la cara con un
cactus.
En esa entrevista, tuve la impresión que de los libros de
la escritora, el sr. Soler Serrano sólo se había leído las dedicatorias, pues
cita tres o cuatro (alguna mal, y una defensiva Martín Gaite lo corrige) y nada
concreto del contenido de los libros.
De Carmen Martín Gaite saqué en claro que sus dos
libros preferidos son Retahílas
y El cuarto de atrás. Al
menos hasta ese 1981 cuando se le realiza la entrevista. Ya que la autora
vuelve a ellos, subrayando la importancia de ambos en varias ocasiones.
Carmen Martín Gaite a la defensiva:
cuidado chaval
Un tic de Martín Gaite, pasar la
mano izquierda por el pelo
Carmen Martín Gaite, tras la
fachada, un carácter juguetón
Lo más interesante de cuánto dice la escritora de Entre visillos es la reflexión
sobre si el hecho de escribir no es, en
realidad, un sucedáneo de la conversación a falta de un interlocutor. No
uno cualquiera, claro. Sino un verdadero interlocutor, alguien con quien hablar
y al que escuchar. Alguien con quien la charla fluya y de esa comunicación, nazca
algo que enriquezca a ambos. Dicho de otra forma, una alma gemela.
Como uno no tiene a ese ser, escribe.
Carmen Martín Gaite a lo garçon
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