viernes, 30 de diciembre de 2016

Ben-Hur

El Ben-Hur de 2016 dura 124 minutos, una hora y media MENOS que el Ben-Hur de 1959, pero se siente como si durase cuatro veces más.

El actor que hace de Ben-Hur, el que hace de Messala y el secundario que hace de Jesucristo son tan sosos, tan indefinidos, que son intercambiables entre sí. 
Y las tres actrices son tan iguales, que no logré identificar cuál interpretaba a la madre de las otras dos.
El único actor con personalidad es Morgan rastafari Freeman.



Cosa erudita: la primera aparición de Jesucristo es en un taller de carpintero haciendo algo de carpintero porque OJO AL DATO el padre (no biológico) de Jesucristo era carpintero. Incluso la butaca vacía del cine debe entender que ese carpintero es Jesucristo. Y para subrayarlo, cuando habla, muy sabiamente, toda la algarabía del mercado calla y lo escucha y todos concuerdan que ese carpintero es muy sabio.

Cosa que creía que ya habíamos aclarado pero parece que aún no:
 Los clavos en la crucifixión no iban en la palma de la mano sino entre los huesos de la muñeca.

Y para el final, el mejor momento de la película: el anuncio de Ralph Lauren del año 33.

Ese día, el jefe de vestuario debía estar enfermo y los actores rodaron vestidos tal cual venían de casa. 

Vean el Ben-Hur de 1959 de William Wyler, no les defraudará.




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