sábado, 19 de julio de 2025

Los Secretos de la papelería Shihodo

El verdadero secreto por descubrir es cómo puede mantenerse a flote el negocio de la papelería con los pocos clientes que tiene. Y a los pocos que entran, el propietario anda regalándoles material o no cobrándoles. 

Todo es maravilloso. El té, el papel de carta, la pluma, trabajar en un club nocturno,... incluso si la yakuza te reclama 3 millones de yenes, no te persigue, sino que se limita a aceptar el dinero que le vayas mandando de vez en cuando.

Más que feelgood esto es fantasía.

El ambiente se había estropeado tanto que incluso se oía ese tipo de maledicencias en los ratos de descanso.

Esa incapacidad de verbalizar las cosas realmente importantes es una constante en mi vida.

Tenemos cuatrocientos sesenta y cinco colores en nuestra tradición.

No quiero parecer impertinente, pero creo que esta pluma es demasiado lujosa para un niño de esa edad.

Debo de estar mareándole con tanta explicación.

Vivir solo en Tokio me hizo ver lo complicado que es hacerse cargo de una casa y lo ajeno que había estado a todo eso durante toda mi vida.

Antes nadie había considerado a una chica de compañía buena en su trabajo si no tenía talento para escribir cartas.

Ah, pues entonces soy yo quien tiene que disculparse -repuso él haciendo una reverencia-: soy el propietario y hoy es mi día de descanso.

Hasta el último momento, mi esposa no hizo sino preocuparse por los demás en lugar de hacer lo que de verdad quería.

Cada minuto que el cliente pasa en un obra es un incordio para los trabajadores.


Aprender es lo más importante en la vida y no sólo lo que enseñan en el colegio. Si uno no sabe cómo funcionan las cosas, se convierte en un perdedor que deja pasar las oportunidades y cae en peligrosas trampas.


Natsuko (niña de verano)
Haruko (niña de primavera)
Akiko (niña de otoño)
Fuyuko (niña de invierno)



Los Secretos de la papelería Shihodo 
(Ginza Shihodo bunboguten) Kenji Ueda 
Traducción del japonés de Daniel Aguilar.
Salamandra; 2025

Escondida en las calles del elegante barrio de Ginza, en Tokio, se alza la antiquísima y célebre Papelería Shihodo. La regenta Ken Takarada, y adentrarse en ella es hacerlo en un universo casi mágico donde es posible encontrar todos los tesoros que un amante del material de papelería desea, desde el papel washi más exquisito hasta las estilográficas que mejor se adaptan a cada mano. Siempre cálido y cortés, el señor Takarada tiene preparado un tranquilo rincón en el piso de arriba para que los clientes que lo requieran, dotados de los instrumentos precisos, puedan dar rienda suelta a sus emociones más íntimas y conseguir que las palabras fluyan.

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