Entretenido fanfilm de atmósfera gótica
José Luis Alemán escribe y dirige La herencia Valdemar. Le queda larga y la divide en dos películas entrañables como los relatos de Lovecraft o Poe.
Entrañable, sí. Porque me pareció entretenida y divertida.
Miedo, no. ¿Susto? ninguno.
¿Una locura meter a Crowley, Bram Stoker y Lizzie Borden?
Miedo, no. ¿Susto? ninguno.
¿Una locura meter a Crowley, Bram Stoker y Lizzie Borden?
Absolutamente.
El opening o secuencia de los títulos de crédito iniciales, es una joya de la animación que ya da la atmósfera exacta que tendrá la película.
La secuencia inicial, con la pareja de la inmobiliaria, es de comedia de telefilm.
De sitcom, es la secuencia de los repartidores llegando a casa de Silvia Abascal. Y ella llegando a la mansión, con el jardinero raro y la verja chirriante, es de terror de pandereta.
Y la mujer misteriosa del tren que ha comprado todos los billetes del vagón es de cliché.
Y de repente aparece un tipo y dice: Me llamo Aleister Crowley
Francisco Maestre es Aleister Crowley, el hombre más perverso del mundo |
Crowley resulta fascinante incluso aquí. Corporizado en un actor habitual de la comedia. Quizás el momento menos fascinante es el que debería serlo: cuando corta leños sin hacha alguna.
Hablemos de hachas...
Crowley invita a una sesión espiritista a personajes de la época que jamás quedaron para tomar el té juntos, como son Bram Stoker (el autor de Drácula) o a las asesinas Belle Gunness y Lizzie Borden.
Otros actores y actrices que conviene reseñar:
Tarda en aparecer y parece una secundaria, pero la actriz Laia Marull tiene los momentos más tops del film. Tiene un momento cama, un momento a trote de caballo y un par más al final, que no desvelaremos.
Eusebio Poncela, el magnate malvado |
A falta de diez minutos uno es consciente que "no va a dar tiempo" de cerrarlo todo y así es. El film termina abruptamente con un continuará que te desanima porque quisieras que la película fuera auto conclusiva. Aunque luego tuviera una segunda parte.
La herencia Valdemar, es una película cortada en dos trozos.
Silvia Abascal lista para el viaje |
Esta película es como la niebla.
Uno sabe que es un fenómeno atmosférico pero puede adentrarse en ella imaginando que está en el Londres victoriano, o en un pueblo perdido que será escenario del terror cósmico de Lovecraft, o... cruzar la niebla sin más.
Hay que adentrarse en esta niebla con el mismo espíritu que inicia la lectura de una obra de Lovecraft. Seguramente será un sinsentido, pero no por ello dejará de ser entretenido y hasta jocoso.
La herencia Valdemar (2010) Dirigida por José Luis Alemán
Sigue en La herencia Valdemar II: La sombra prohibida (2010)
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