Nunca apagues la luz (Lights out; 2016) es una película de terror de la categoría de:
sustos.
El terror no es uno de mis géneros favoritos, ya que los
personajes suelen comportarse de forma ilógica, les daré un par de ejemplos
sacados de esta peli:
· Imaginemos una casa donde habita un monstruo o criatura
o asesino. ¿Qué sería lógico que hicieran unos personajes aterrorizados? ¡Huir!
¿Qué hacen? Pretender pasar la noche durmiendo en la casa. ¡Durmiendo!
· Supongamos que el monstruo ataca sólo estando a oscuras
(el título “Nunca apagues la luz” ya ofrece alguna pista). Lo lógico seria
hacer acopio de linternas.
¿Qué hace el nene? Guarda la linterna en un cajón y
pone una vela. ¡Una vela!
¡Toma vela, monstruo!
Lo mejor del film: el momento sable de luz
Peligro spoiler: siga leyendo bajo su responsabilidad…
La gran incoherencia del film pero es cuando la hija rescatadora
vuelve a la casa donde vivió una infancia de terror por la locura de su madre y
su “amiga” imaginaria y encuentra una foto colgada en la pared de su madre y su
amiga “no imaginaria”. ¿No la vio durante los 18 años que vivió allí? Y justo al
lado de la foto, una caja con el historial médico de la amiga...
¿Quién no tiene
en su casa el historial médico de una persona muerta en extrañas circunstancias
en un sanatorio 25 años atrás? A ver…
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