domingo, 12 de octubre de 2025

Vivir - Ikiru (1952)

Llevo un montón de años muerto sin darme cuenta


Vivir - 1952 - Ikiru - Akira Kurosawa

Inicia la película con una radiografía. Sin saber de medicina, comprendemos que ahí hay algo malo. Luego se nos presenta al protagonista, el sr. Watanabe. Un funcionario, jefe de sección, que lleva treinta años en su puesto. Una momia sepultada entre pilas de papelotes que se acumulan a su alrededor. 
Takashi Shimura - Vivir - 1952 - Ikiru - Akira Kurosawa

El señor Watanabe (interpretado por Takashi Shimura) está enfermo. Lo sabe en la sala de espera, donde un "entendido" le dice, no lo solo lo que padece y cómo evolucionará su enfermedad, sino que incluso le dice cómo se lo dirá (o le mentirá) el médico. Y así ocurre. Al día siguiente, el señor Watanabe falta al trabajo. Un hecho que no ha ocurrido en treinta años y que dará a pie a todo tipo de rumores en la oficina.

A través de bellos flashbacks sabremos más de la vida del señor Watanabe. Tras fallecer su esposa, se centró en cuidar de su hijo y en su trabajo. Así le ha ido pasado la vida. Y ahora que sabe que el final está cerca, pues su enfermedad no tiene cura, siente que se le fue la vida, sin vivirla. El señor Watanabe pasará por diversas fases emocionales: la depresión, el jolgorio, el desenfreno y el abatimiento... Siempre con la contención propia de la forma de ser japonesa.  Hasta lograr, al fin, encontrar la paz.

Takashi Shimura - Vivir - 1952 - Ikiru - Akira Kurosawa

Vivir - Ikiru es una película conmovedora pero sin sentimentalismos. No se recrea en el dolor ni en el drama. Un ejemplo podría ser la secuencia del cortejo fúnebre de la esposa. Vemos el coche fúnebre desde fuera, a través de los cristales empañados por la lluvia. Y cuando el hijo, ahora huérfano, no ve el coche, se preocupa porque "mamá se aleja". 
A ese momento hemos saltado cuando el señor Watanabe, en su casa, estaba mirando el altar familiar. Y observando la foto de su esposa, hemos saltado al recuerdo del entierro...

La película también es una crítica ácida a la burocracia. Aquí está el "Vuelva usted mañana" del funcionariado que apuntó Larra. Y el peregrinar de una ventanilla a otra, por una laberíntica administración inhumana, que solo pretende quitarse al ciudadano de encima. Es lo kafkiano encarnado en la administración japonesa de posguerra. Muestra una clara pérdida de los valores de lo oficial. Aquí no trabajan, hacen ver que trabajan porque así es como uno se mantiene en su sitio. Y procuran no hacer, en verdad, nada. No fueran a tomarlos por revolucionarios. 
Burocracia - Vivir - 1952 - Ikiru - Akira Kurosawa

Un detalle: Hay un momento en que el señor Watanabe usa un papelote para limpiar su pluma. Es un papel que saca del cajón donde duerme un proyecto de mejorar de la oficina. Así que hubo un tiempo en el que el Sr. Watanabe creía que podría cambiar las cosas, mejorarlas, pero el sistema lo derrotó y ahora solo sigue viniendo a trabajar para -como dice el chiste- no vayan a creer que todo funciona igual si uno no está. 
Burocracia - Vivir - 1952 - Ikiru - Akira Kurosawa

El abatimiento del señor Watanabe es también el abatimiento de una sociedad derrotada y humillada por la guerra. El Japón Imperial que iba a dominar Asia, el Japón nunca invadido, tuvo que rendirse ante el enemigo que ocupó sus territorios y le obligó a cambiar. Y le impuso normas, leyes y "democracia". 
El señor Watanabe no puede vencer, ni luchar, contra su enfermedad. Solo puede resignarse a la derrota. Pero incluso en la derrota, existe la posibilidad de hacer algo. Y ahí, sin ningún atisbo religioso, el señor Watanabe se empeña en hacer algo bueno para los demás. Y tirar adelante un pequeño proyecto urbanístico: la construcción de un parque infantil. 
Se topa con el funcionario vago, el ausente, el hipócrita, el director general en época de elecciones e incluso se topa con la yakuza. Pero el señor Watanabe no tiene tiempo de odiar a los que le humillan o le desprecian. Sigue, a lo Gandhi, en su revuelta silenciosa pero presente, con su insistencia respetuosa pero firme. Y al final, logra que ese parque que tanto demandaban las vecinas al inicio del film sea un realidad.
Takashi Shimura - Vivir - 1952 - Ikiru - Akira Kurosawa

Hay muchos más detalles remarcables en esta película. Por ejemplo: la importancia que adquiere un objeto anodino como un sombrero. Como se lo roban, como compra otro para su nueva vida. Como la gente opina sobre el extraordinario cambio del Sr. Watanabe por su cambio de sombrero. Como la chica dice "casi no lo reconozco con ese sombrero.". Y como el sombrero también asiste al velatorio.
El sombrero - Vivir - 1952 - Ikiru - Akira Kurosawa

Del velatorio, que es casi una película completa por sí misma, hay momentos preciosos y otros que desvelan mucho de los personajes. La llegada aturullada de las vecinas para las que Watanabe es el héroe que hizo el parque. El teniente de alcalde presente allí, por cumplir, pero mirando el reloj de reojo y apropiándose del mérito del parque porque hay elecciones. O los compañeros de trabajo, que a medida que van bebiendo sake pasan del ninguneo de Watanabe a su exaltación. Y al hacer buenos propósitos para ser mejores personas en el trabajo. 
La película pero, se encarga de mostrarnos qué rápido olvida uno los buenos propósitos...


La película recuerda al cine de Frank Capra (Dejad paso al mañana) y al de Orson Welles (Ciudadano Kane). Y claro, al de Yasujiro Ozu (Historias de Tokio). Y también a los ancianos protagonistas  de las películas de Vittorio de Sica (Umberto D.) o Ingmar Bergman (Fresas salvajes). Akira Kurosawa está en ese Olimpo. Ikiru está entre esas grandes obras maestras. Y Takashi Shimura está estupendo como el señor Watanabe. 



Vivir (Ikiru; 1952) dirigida Akira Kurosawa.

Si no vieron esta película, vaya a verla. Y si ya la vieron, vuelvan a ella de vez en cuando porque...
Takashi Shimura - Vivir - 1952 - Ikiru - Akira Kurosawa
La vida es corta

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Y tú qué opinas?