viernes, 11 de febrero de 2022

Luna nueva

Luna nueva (His girl Friday; 1940), dirigida por Howard Hawks y protagonizada por Cary Grant y Rosalind Russell, está basada en la obra de teatro Primera Plana (The Front page) de Ben Hecht y Charles MacArthur.
La obra, de gran éxito en Broadway, ya había sido adaptada al cine: Un gran reportaje (The Front Page; 1931) dirigida por Lewis Milestone. 
Años más tarde, Billy Wilder volvería al mismo texto en Primera plana (The front page; 1974). Y la obra aún se adaptaría una vez más, Interferencias (Switching Channels; 1988).
Algo tendrá, pues, esta historia de un director de periódico dispuesto a TODO para no perder a su reportero estrella.


Howard Hawks entendió que esto era una historia de amor entre los dos personajes principales. Amor-odio, pero en el fondo amor, entendimiento,  complicidad... entre dos hombres. Y decidió que funcionaría mejor si eran chico-chica. 
Estamos en 1940 pero la obra de teatro original es de 1928.

El director del Morning Post (interpretado por Cary Grant) no solo ve cómo su reportera estrella (y EX esposa) va a abandonar el periódico, sino que encima va a casarse con otro. 

Así que pone en marcha todos los trucos y artimañas para retenerla.
Primero parece que lo que quiere es que ella NO se case con otro y así, despacha al pretendiente ridiculizándolo de palabra... "se parece a ese del cine, Ralph Bellamy" (Ralph Bellamy ES el actor que hace de pretendiente 😂), o ignorándolo y menospreciándole (saluda a un anciano, le da la mano al paraguas, se sienta en su silla). 
Pero en la fase final de la película parece que lo que no quiere perder es a la reportera, ya que ella es mucho más hábil atrapando la noticia (¡No olvidemos el placaje que le hace un señor por la calle!).


Howard Hawks había rodado ya La fiera de mi niña uno de los pilares del género screwball comedy (comedia aloca de ritmo frenético, con diálogos y replicas endiabladas). Y tras Luna nueva, aún vendrían Bola de fuego y La novia era él (tres de ellas con Cary Grant, por cierto). Pero Hawks fue mucho más que un director de comedia loca. Suyos son westerns, películas de cine negro, musicales, cine bélico, un peplum de faraones genial y en sus inicios, cine mudo (que nunca fue un genero, aunque en las bibliotecas lo clasifiquemos como si lo fuera).


Luna nueva, como la vida real, tiene unos diálogos superpuestos. La gente se pisa la una a la otra al hablar, y el mensaje nos llega fraccionado por los diferentes actores y actrices que van hablando a la vez. Nadie espera, en una conversación, que le den pie para decir lo suyo. 


Mi gran problema con esta comedia, con este romance y con esta sátira, es que por encima de los gags, de las replicas, de la química chispeante entre los personajes de Grant-Russel y de la ácida visión de la política y del periodismo es que una chica salta por una ventana con intención de quitarse la vida. 

Ni el suicidio de Mollie (los periodistas dicen que aún no está muerta) ni el ahorcamiento del reo (luego le es conmutada la pena) son "en broma". 
En la "realidad de la película" (la realidad en la que entramos durante 90 minutos) el tipo será ejecutado por rédito político y la chica se suicida desesperada que los periodistas la hayan estrujado como noticia y luego echada al arroyo. Eso tan salvaje y cruel ocurre entre chanzas chistosas y gags del pretendiente encarcelado por razones cómicas. 

El alcalde y el sheriff, corruptos y luego acorralados, son dos personajes reprobables, pero son ridiculizados y nos podemos reír con (y de ellos). Pero ni del tipo encarcelado (en una celda primero y luego en un mueble) ni de Mollie me dieron ganas de reírme.

Tras el salto de Mollie por la ventana (salta para darles algo de lo que hablar), la jauría de periodistas ávidos de noticias (que se pasan el día fumando y jugando a las cartas en una sala de la cárcel esperando carnaza) se quedan unos segundos en silencio. Y el reo, escondido aún, ni se entera que la chica ha saltado.
Y luego sigue lo cómico a lo que nos arrastra la película con su ritmo. El pretendiente, y la suegra, son despachados...


... Y la pareja acaba "junta".
¿Acabará la reportera, con los años, siendo como el director?
Yo, tristemente, creo que sí.

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