El mismo hecho que un hombre ya maduro se obsesionara en un pasatiempo inútil, como el de coleccionar insectos, era signo evidente de una desviación mental.
¿No es porque uno trata de aferrarse a una determinada condición por lo que surge esa desagradable competencia entre los hombres?
La arena es un respetable mineral.
Una mujer cubierta de arena podía resultar visualmente atractiva, pero no inspiraba el deseo de tocarla.
¿Cómo era posible que un hombre con papeles de identificación, con un empleo, pagador puntual de sus impuestos y además con un certificado de seguro médico, se viera atrapado como un ratón o un insecto?
Sería ridículo comer estando enfadado por tener que hacerlo.
Viendo que trabajaba a paso firme, por más estúpidos que fuesen, tomarían conciencia de lo despreciable que eran.
Cuando no se tiene un paisaje natural, es lógico desear ver un paisaje pintado.
Nada mejor que irritar a sus colegas, que viven una existencia gris, y grises son hasta sus pieles. La raza gris sufre una autoaversión insoportable con solo imaginar que otros puedan poseer un color distinto, sea rojo, azul o verde.
Las cosas se deben esperar durmiendo.
Lo único que se consigue saliendo a caminar sin propósito es cansarse.
Decir que uno quiere convertirse en escritor no significa más que el egoísmo de querer diferenciarse de los demás, que son títeres, convirtiéndose en titiritero.
La derrota viene solo cuando uno cree que está perdido.
Pero también hay un límite para la pasión pervertida.
El individuo, terminada su tarea, debe volver de inmediato a su situación anterior. Solo los fieles regresan a la satisfacción. Los tristes vuelven a la desesperación.
Uno no puede sentirse involucrado cada ve que alguien está muriéndose de hambre...
Si a un hombre no le ponen en el lugar que le corresponde, destruyen su voluntad de colaboración...
La única forma de superar el trabajo es a través del trabajo mismo. No significa esto que el trabajo en sí sea valioso, sino que superamos el trabajo el trabajo mismo, cuyo verdadero valor radica en su fuerza de autonegación.
La soledad es una sed que la ilusión no satisface.
La Mujer de la arena
(Suna no onna)
Kōbō Abe
Traducción del japonés de Kazuya Sakai
Editorial Siruela (2024)
Platos y utensilios de cocina, solo hay que frotarlos con arena
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