Hoy he estado a punto de desaparecer.
No yo (la persona que escribe) sino el gimmick de YordiBiblioteca.
Se lo cuento...
De vez en cuando Google (Gmail-Blogger-Drive-YouTube) me pide verificar la cuenta. Lo hace mandando un código SMS al teléfono. Pero hoy pedía verificar con una cuenta de correo de recuperación (¡5 años sin usarla!). Y no me daba opción con el teléfono.
He vuelto a sentir la angustia de hace años cuando me bloquearon la cuenta del Facebook porque no le pude demostrar al Sr. Fesibú que yo era "YordiBiblioteca"
._. A ver, ni que fuera yo el único con un nombre inventado ¿no?
En la página de Facebook se perdieron muchos memes y ClásicoDeBiblioteca y épicos momentos de LaJefa que quedaron "congelados" en el tiempo, ahí.
Y yo perdí el contacto con mucha gente, compas del mundo bibliotecaril. Algunos fueron reencontrados luego en el Twitter, pero otros ya no.
Lo de hoy me ha dado mucho más miedo porque llevo con el blog unos 5 años y de perderse (perder el acceso) me rompería. Sería como "desaparecer".
A veces siento que yo ya desaparecí hace tiempo. El yo real, me refiero. La gente que me "conoce" (que me ve, habría que decir) apenas sabe nada de mí. En parte porque yo no soy de contar cosas y soy más cerrado que la cartera de un escocés.
Quizás por la fantasía, puse el listón de la confianza y la "fortalencia" en los demás muy alto, pero todas las personas reales que he conocido a lo largo de mi vida, y que he podido sentir como cercanas de alguna forma, me han engatusado, mentido, defraudado, utilizado, abandonado o... lo que es peor, supongo, han muerto.
De ahí nace también la incapacidad para desprenderme de cosas (inútiles). Las cosas quizás se estropean o se rompen, pero no le abandonan a uno. E incluso rotas y estropeadas nos transmiten algo. La gente que desaparece (por indiferencia, desinterés o muerte) ya no nos dice nada, simplemente "desaparecen" y uno debe aprender a vivir con el vacío. Y el vacío es como el aire, ocupa todo el espacio que puede y más. El espacio de la vida.
Mi vida, mi vida real, es insignificante. Y yo soy un completo inútil para gestionarla. Así que me construí una vida de repuesto. YordiBiblioteca es una vida de repuesto porque la real no me interesa. Es muy Pessoa esto, ya lo sé.
Yo no existo en el mundo virtual (no tengo perfiles sociales con mis datos reales) no me interesa nada eso.
Pero sé que YordiBiblioteca se ha hecho un hueco en sus corazones. 😳
A veces topo con hastags inventados por mí, que vuelan libres en los tweets de los compas de biblioteca. O me etiquetan ustedes en cosas simpáticas. O gente que tengo en mi hall of fame, me llaman a mí, gurú o influencer
._. ¿Pero khé dise esa gente?
El caso es que tras un día de profunda angustia (estaba en la biblio dando cita previa pensando que no podría volver a escribir en el blog y preguntándome si no sería mejor matar el gimmick y desaparecer) pero he podido volver.
Y he vuelto gracias a mi sherlockholmesiano sistema de ordenación de papeles (a más polvo, más tiempo hace que está ahí) y he encontrado el papel que hace 5 años usé para anotar la contraseña de la cuenta de recuperación. No ha sido fácil porque el verano pasado vino el pintor, y tuve que "ordenarlo" y ese día también sentí que me lo habían quitado todo (aunque solo lo metí dentro de cajas y cajones). Pero como fan de la ficción, soy muy dado al drama. Sepan disculpar.
Me he emocionado al poder encontrar el trozo de papel de hace 5 años. Hasta he pensado de hacerle una foto y subirla. Pero mejor no les comparto mi dirección de correo de recuperación con su contraseña.
¬_¬ No es que no me fíe, ¿eh?
Obvio que no.
Intentaré no desaparecer.
No por mí, sino porque... como dijo Dickens: "Uno no es del todo inútil en esta vida si puede aliviar un poco la vida de sus semejantes".
No he leído tanto a Dickens como para saber si esta cita es suya o no. Pero para mí lo es.
M'has fet vessar una llagrimeta de bon matí, punyeteru! Contenta que continuïs entre nosaltres
ResponderEliminar^_^
EliminarMe ha encantado y conmovifo a partes iguales
ResponderEliminarGracias :)
EliminarAh, pero entonces el nombre y la foto son inventados?
ResponderEliminarYo pensaba que hablaba con el mismísimo Jorge de Burgos venido desde la edad media para darnos sabios consejos ...
¡Consejos sabios! ¡Vengan y obtengan un consejo sabio! ¡Que me lo quitan de las manos!
EliminarLa realidad es algo espantoso, por eso "vivo" escondido en la ficción.
ResponderEliminarUn abrazo.