Lo que no se sabe se puede aprender, si se pone esfuerzo y entendimiento -le dice el noble-, bello y querido amigo. Para todos los oficios conviene poner esfuerzo, corazón y ojos: gracias a los tres se puede saber todo. Y si no lo habéis hecho nunca y no visteis hacerlo a otro, no os debe avergonzar ni afligir el no saber hacerlo.
... a cada palabra lo besaba con tanta ternura y suavidad que le metía la llave de amor en la cerradura del corazón.
-¿Qué has venido a buscar? Tonterías y necedades.
... soy tan desgraciada y tengo tal pesar que nadie me debe saludar. De angustia sudo cuando alguien me habla o me mira.
Por mi fe, entonces tú eres muy osado o muy loco, pues me dices tu nombre sabiendo que te odio a muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Y tú qué opinas?