viernes, 19 de abril de 2019

Debates electorales


Quizás les sorprenda, pero soy muy fan de los debates electorales. 



No me interesa demasiado lo que dicen los políticos (siempre dicen lo mismo y por lo general nunca dicen nada). Pero me fascina la puesta en escena, los careos que tienen y los detalles.
Todo ello viene, claro está, de mi interés por el wrestling. Y es que un debate político es como un feudo entre luchadores de wrestlig, con la diferencia que los políticos no llegan a pegarse de verdad.
Alguien puede apuntar que los del wrestling tampoco...

¡Boum, en la cabessssa!

¿Ven como se parece?
Fuera de micro y cámara, los políticos son personas y no meros actores, y aunque parezca que se odien a muerte pueden tener complicidades, algo que sus votantes más talibanes no perdonarían jamás. Pero los talibanes, sean políticos, futboleros o religiosos, son gente que ha llegada a creer que todo el espectáculo es una realidad.

Como gran fan del espectáculo, he vivido grandes careos en el mundo del zapatazo en la lona. Recientemente:
-"La única puerta del wrestling femenino que has derribado tú, fue la del dormitorio de John Cena" (Ronda Rousey a Nikki Bella).
-"Si eres tan bueno cómo dices, ¿por qué has tardado más de diez años en llegar aquí?" (Randy Orton a AJ Styles)
-"Lo peor que hizo tu padre fue dejar embarazada a tu madre de ti."
(Shane McMahon a The Miz)

Como ven el nivel es altísimo. 
Sólo comparable a un rifirrafe entre Cayetana Álvarez de Toledo y Gabriel Rufián.

Voy a hablarles de los debates electorales del 28-A que me he dado tiempo para ver:

El debate de La Vanguardia 
(3 de abril de 2019)
  • Jaume Asens, por En Comú Podem 
  • Gabriel Rufián, por ERC, 
  • Laura Borràs, por JxCat 
  • Meritxell Batet, por el PSC 
  • Cayetana Álvarez de Toledo, por el PP 
  • Inés Arrimadas, por Ciudadanos.

Disponible en la web de LaVanguardia

Participantes y moderador (Màrius Carol, director de La Vanguardia) estaban sentados (lo cual siempre es de agradecer).
El momento álgido del debate fue cuando Laura Borràs se sacó unos libros (escritos por ella) para regalárselos a Inés Arrimadas ante el asombro de Cayetana Álvarez de Toledo que le preguntó si había traídos libros en castellano para "demostrar que no es usted una supremacista".

En ese momento las 3 quedaron bastante retratadas (cada una a su manera).

Gabriel Rufián, que no sólo es un twistar (estrella del twitter), sino que domina las puestas en escena como todo un primer actor, dedicó buena parte del debate a meter y sacar un bolígrafo del bolsillo interior de su americana. Sacaba el boli, apuntaba algo, lo volvía a guardar. 

Laura Borràs mencionó el Pla de Lectura (algo que, como tipo que pone libros en una biblioteca que soy, me hizo sonreír). Y su tono de voz, siempre bajito "para no despertar al franquismo", dijo, era de agradecer ante el tono elevado y algo agresivo de otras candidatas.

Gabriel Rufián dijo algo como "Inés se fue del Parlament a Madrid..." y la candidata de Ciudadanos, soltó uno: "que yo sigo aquí, ¿eh?" que también fue bastante jocoso.

Jaume Asens, en mi humilde opinión, fue quien peor salió de ese debate. Se mostró dubitativo en el habla y algo errático y nervioso en su discurso. Eso sí, fue el que más respetó al moderador en los tiempos y a sus rivales, ya que no les interrumpía todo el rato. 

Y Meritxell Batet, como representante del gobierno, recibió por todos lados pero se mostró equilibrada, tanto en ataque como en defensa. Aunque algo gris.



El debate a 6 de RTVE
(16 de abril de 2019)
  • Irene Montero, por Unidas Podemos  
  • Aitor Esteban, por el PNV 
  • María Jesús Montero, por el PSOE 
  • Cayetana Álvarez de Toledo, por el PP
  • Inés Arrimadas, por Ciudadanos.
  • Gabriel Rufián, por ERC 

Disponible en RTVE a La Carta

Lo peor del debate fue el moderador, Xabier Fortes, un tipo obsesionado con los tiempos. Parecía presentar un extraño concurso televisivo y llegó a ser irritante.

El momento álgido fue una rocambolesca apreciación de Cayetana Álvarez de Toledo sobre "el sí es sí y hasta el final" o "¿un silencio es un no y es una violación?". Sinceramente ni sé que quería decir, ni qué fue lo que dijo exactamente, pero sonó todo muy bizarro y fuera de contexto.
Aunque sí estuvo muy certera cuando espetó una pregunta: "¿Y cuántas naciones hay en España, según usted?".

María Jesús Montero, ya desde su primera intervención, estuvo extremadamente nerviosa. Hablando a velocidad 1.5 y procurando defenderse de los ataques de todos los demás. Hacia el final, optó por el silencio ante el calentamiento verbal de Cayetana, y fue la mejor opción.

Si algo quedó claro en el debate es que Aitor Esteban gestiona muy bien el tiempo. Nunca se pasó ni un segundo del tiempo asignado. Se mostró muy sereno ante la crispación general (eso sí, sólo habló de lo suyo). En el minuto final, curiosamente, se puso algo nervioso, tropezando con las palabras. 

Hastiada por Cayetana, Irene Montero fue pillada por el realizador de la transmisión apoyada sobre el atril, en plan "ojalá el Señor, me llevase ahora".

Gabriel Rufián y Inés Arrimadas tuvieron otro momento maravilloso. Hay gran química entre ellos dos y nos pueden dar épicos memes en el Congreso.
Inés soltó un "yo sí se de lo que hablo, chaval".
"Chaval", repitió un sonriente Gabriel, mirando a cámara como si fuera el Jim Halpert de The Office



Y aún quedan 2 debates más...




👉Neil Postman advirtió que la política corría el peligro de convertirse en un simple apéndice del mundo del espectáculo.

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