Suro (2022)

Una pareja toma las riendas de una masia. Con la explotación del corcho (suro) de un bosque de alcornoques planean remodelarla.

Pronto sus ideales topan con la realidad:
Con las reglas no escritas del lugar.
Con las jerarquías entre "los de aquí" y "los de fuera".
Con el salvajismo inherente a la naturaleza y la fragilidad de la vida.

Suro (2022) Dirigida por Mikel Gurrea.

Añadamos unos roles de autoridad cambiantes, un buenísmo de pandereta y unos tipos con hachas afiladas, y tenemos un cóctel que hará gritar, como a la protagonista al final, para quitase de encima la locura.

¿Y ahora qué hacemos?

Mi momento favorito: La conversación para poner las cartas sobre la mesa. 

Esta "discusión" de pareja durante la cena se complemente con el lenguaje no verbal de servir el vino. 

El tipo agarra la botella y se lleva el vaso. El chico marroquí invitado a la mesa (en contra de la opinión de ella) tiende el vaso. El tipo dice: creía que los musulmanes no tomaban alcohol. Le sirve vino.

Ella le tiende el vaso. Él no le sirve (¿por qué ella está embarazada?).

Se lo sirve ella misma y se pone a hablar en francés con el chico. Idioma que el tipo no entiende. Ella se ríe con una comparación que hace el chico.

El tipo de los ideales, el que ha sentado al chico marroquí explotado laboralmente a su mesa, es marginado por los otros dos comensales.

Mientras todo esto ocurre, ha habido un turn de "autoridad" en la pareja. 

Uno más de los mucho que contiene la película.

No empaticé con estos personajes. 

Y la película tampoco ayuda, poniendo siempre la cámara pegada a ellos, a su cara, a su nuca, a su perfil, para que no veamos que hay algo más. Siempre hay algo más. Pero aquí se nos esconde.

El film nos obliga a la opresión, a la proximidad incómoda de otros cuerpos, al malestar y a la intranquilidad. A esa distorsión entre lo que debería ser (el bucólico campo y el bosque apacible) y lo que es (la desconfianza, la falsedad, la hipocresía, la traición anticipada...).

Veía Suro y pensaba en La Caza de Carlos Saura.

Este soy yo viendo la película...

... y anticipando la tragedia.

El film acaba y uno intuye que nada bueno les espera a esos dos. Quizás el enemigo común (el fuego acechante) les una en la defensa de la casa. Pero incluso si siguen adelante, no está claro que les "renazca" otra capa de corcho con el que protegerse de ellos mismos.