sábado, 20 de noviembre de 2021

Heels

Heels (2021). Temporada 1. 8 episodios.

La serie de wrestling de Stephen Amell. 
Puede que yo no sepa quién es Stephan Amell pero sí sabía que era fan del wrestling porque me lo encontré como "famoso invitado" en combates de wrestling "real".

Para aquellos que no les interese el wrestling diré que Heels es la historia de un tipo súper controlador que intenta mantener a flote el negocio familiar, a toda costa. Todas las heridas emocionales infringidas por su padre (el fundador del negocio) le atan a su familia, a su ciudad y, en especial, a su hermano. Un chico al que el padre tenía en alta estima y que el protagonista (interpretado por Amell) debe proteger y el wrestling le parece la mejor forma de hacerlo. O la única que sabe.


El casting (que yo conozco)
¡Joeeer! Es Bjorn, el hijo de Ragnar de Vikings

Mary Shannon en Al descubierto

Frank Sobotka en The Wire
(gracias a Imdb porque está irreconocible)


Hay que agradecer a los traductores/dobladores el ESFUERZO por mantener en versión original algunas palabras clave de la jerga del wrestling: Heel, face, kayfabe, main event, storyline,...
Hay una que sí traducen -literal- y queda raro. Es push. En wrestling darle push a un luchador/a es "impulsarlo" a cosas mayores, centrar en él la historia para hacerlo ver importante y dirigirlo a veces a un campeonato.
Aquí lo traducen por "empujón". Y suena raro.

Un pequeño error del doblaje es la palabra "liga". La DWL (Duffy Wrestling League) aunque contenga "liga" en su nombre no es una liga (competición entre de varios participantes) sino una "empresa" o "compañía".
Ninguna empresa de wrestling, ni enorme, ni pequeña, se llama así misma "una liga" porque cada empresa de wrestling es única y abarca -o lo pretende- el mundo entero. (Por eso los cinturones siempre son campeonatos mundiales, aunque la empresa sea solo sea de una región o condado o país).
Una empresa de wrestling no compite contra otra en una "liga". Compiten por "la cuota de fans", pero es un universo que se retroalimenta por sí solo. 


Verdaderos luchadores
El podcaster es Mick Foley

Debajo del tupé: C.M. Punk 

Bueno, esto no es un luchador (quizás sí, y sea Vanguard 1 disfrazado)


En Heels hay una "rivalidad" entre la DWL y una empresa llamada FWD (Florida Wrestling Distopia). Nunca se menciona la palabra pero deducimos que FWD es una empresa de ultraviolence. Los clips o segmentos que vemos pertenecen a viejos combates "reales" de la TNA (hoy reinventada y renombrada como Impact Wrestling). TNA nunca fue una empresa de ultraviolence. En los clips vemos a Samoa Joe, RVD, Abyss...
En el monitor, Abyss sangrando
Y a Judas Mesías:

Judas Mesías es uno de los maravillosos nombres que usó en su carrera el luchador puertorriqueño: Gilberto Cosme. También conocido como Ricky Banderas, El Mesías ó Mil Muertes. 


Heels se toma el wrestling mucho más en serio que la cómica GLOW y aunque nunca llegará al dramatismo de los documentales de la tremebunda serie Dark Side of the ring (donde casi cada episodio es un crimen que quedó impune) merece un visionado por cualquier fan de este arte hecho negocio. Como lo merece el film The Wrestler (2018; Darren Aronofsky), una de las mejores aproximaciones de la ficción a la realidad del wrestling.
 

"Esto es wretling, no Shakespeare." grita un personaje de Heels. El mismo que tras una borrachera (o no) denuncia el trato que alguna gran empresa (la empresa por antonomasia del wrestling es la WWE) hace de sus luchadores: como los exprime primero y los escupe después.



Y ahora, hablemos de wrestling:
Como espectador de wrestling mi desapego con los luchadores es que ninguno de los main eventers, me lo parece. Ni Jack Spade (el top heel interpretado por Amell), ni su hermano Ace (el face, antes del turn) me atrapan. El único luchador que triunfó en la DWL y ahora vuelve (escupido por una gran empresa), Wild Bill Hancock es una parodia de vieja gloria (Hulk Hogan, MachoMan y algún otro que ni siquiera llegó a ser una superestrella).
El único que resulta convincente en su faceta de luchador es Rooster Robins.

Y para que conste, la storyline de darle el título a Crystal, la chica que JAMÁS ha tenido un combate, parece una decisión propia de la mujer que -CREE- que inventó el wrestling femenino: Stephanie McMahon.

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