“L’illa de Paidonèsia” de Oriol Canosa con ilustraciones de Gabriel Salvadó (editado por La Galera. También en castellano: “La isla de Paidonesia”) ganó el Premi Josep M. Folch i Torres 2016.
Se trata de libro #LIJ (Literatura Infantil y Juvenil. ¡Hay que promocionar ese hastag) Y para los fans, es un I*** en las bibliotecas.
Yo le encontré muchos paralelismos con el “procés català” -la temporada del año 2017- (quizás, simplemente, porque es la realidad que me ha tocado vivir en estos tiempos. Y llega un punto en que ya lo ves por todas partes). En fin, les cuento...
El libro trata de un chico de 9 años que, harto de las discusiones de sus padres durante una travesía marítima, decide abandonarlos. Se independiza en una pequeña isla desierta. Sobrevive gracias a la comida que le traen unos pescadores de la zona y en seguida la isla se llena de otros niños del mundo entero que se independizan también de sus padres.
El chico es nombrado “Molt Honorable President” (el título protocolario de los presidentes de la Generalitat) y aspira a que las Naciones Unidas reconozcan la isla como un país independiente.
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Los contactos entre el “Molt Honorable President” y el resto del mundo (sus padres, su abuela, periodistas amarillistas, etc..) se realiza a través de cartas. ¡Vuelve la literatura epistolar! (género literario cultivado también por Puigdemont y Rajoy).
Apunto aquí que el estilo de capítulos-cartas aporta frescura al texto y una gran rapidez para su lectura.
El padre de una de los chicas independizadas intenta enviar una fuerza policial represiva para obligar, aunque sea de forma violenta, a los niños a volver a su casa.
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Y al igual que ocurrió en “El procés” también aparece de repente la realeza. Aquí se trata de los Reyes Magos, que contestan una carta diciendo que de traer los regalos a la isla nada de nada, que los dejarán en la casa de cada uno.
(Lo cual casi explica un trauma de mi infancia: un año pedí el barco pirata de Playmobil y pasé las fiestas en casa de la abuela. Y nunca llegó el susodicho barco).
No les contaré cómo acaba el libro (no quiero spoilear a nadie “el procés”) sólo diré que otro guiño a los tiempos en los que vivimos es cuando un arquitecto construye un edificio que ocupa TODA la isla (se supone que arrasando flora y fauna, si la había). ¡Viva el ladrillo!
Y también se estafa a gente ofreciendo pisos que en realidad nunca se van a construir.
Quizás todos esos paralelismos con la realidad son pura coincidencia y sólo los he visto yo. A saber...
Como lectura, es amena y entretenida. Y las ilustraciones muy chulas. Hay dos de especialmente buenas: una con la chavalada en la piscina y el careto de una chica, en plan selfie. Y otras de una chica zampándose una pata de pollo con los ojos como platos.
Autor: Oriol Canosa
Ilustrador: Gabriel Salvadó
Otros ganadores del Premi Josep M. Folch i Torres.
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