En el penoso día de ayer (o puede que fuera anteayer
porque con el dichoso cambio de hora ya no sé en qué siglo estamos) el
contubernio de zuckervegano de Fesibú ha cerrado la honorable cuenta de Jordi
Biblioteca.
En realidad no la ha cerrado, sino que me impide el
acceso…a mí, su ilustre creador.
Me prohíben el acceso a mi cuenta hasta que no me
ponga un nombre y unos apellidos reales y demuestre que son, realmente, mi
nombre y mis apellidos.
Como fan de la ficción (desde el manga a la
literatura y desde escuchar tras las puertas al erudito wrestling) me niego
solemnemente a acatar semejante atropello.
Ahí te quedas Fuckerberg con tus “minolles” y tu
control.
Yo quiero ser freeeee
Vinculada a la cuenta existía un página que como tenía
contenido programado (porque yo soy muy laboral) va a seguir publicando más allá
de la muerte. No se asusten y por favor no lloren por mí, ya estoy muerto.
Así que hoy nace la versión 3.0 del mismo proyecto: Yordi
Biblioteca.
Cuyos objetivos siguen siendo: difundir cooltura, esparcir
llantos desesperados y memes de humor, y mezclado todo ello con reflexiones
sobre la #putabidah de un insignificante e invisible Oompa Loompa de
biblioteca.
El rey ha muerto… ¡viva el rey!
A mi agregador vas desde ya! ;-)
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