domingo, 15 de septiembre de 2019

Al mal tiempo, romanos


El viernes fue un día lluvioso también aquí. Así que me dio por ordenar el estante de narrativa latina de la biblioteca. Fue para distraerme, porque nadie consulta ya los textos de Julio César sobre la Guerra de las Galias
La llovizna mantenía las señoras mayores en su casa, esperando que amainara para salir a comprar alguna cosa y pasar por la biblioteca. Los irreductibles (los del periódico) ya estaban en la sala y no iban a salir hasta que despejara. También había empezado el colegio, así que los ordenadores de infantil estaba descansando de tanto Agar y Roblox (son los juegos online de moda, si no los conocen es que no están en la onda).

Mientras ordenaba los volúmenes de los Discursos de Demóstenes, pensaba en los compas de la BRMU que habían tenido que cerrar la biblioteca por la gota fría (para mí la única Dana es Dana Scully). Y me alegraba que esta cantidad de precipitación no hubiese caído en Barcelona porque tal como están los techos de las bibliotecas no se hubiese salvado ni “Teo salvavidas”. El mal estado de las instalaciones lo vienen denunciando con energía las cuenta de BibPrecàrias y DefensemBiblios.
Lo denuncia el propio personal porque parece que eso no es noticioso.

Sí es noticioso cualquier fenómeno atmosférico, extraordinario o no. A la que se produce una ola de calor, de frío, de nieve, de viento… (que en Catalunya equivale a calorcat, fredcat, neucat o ventcat), las televisiones mandan a reporteras/os al lugar para poder conectar en directo. Cuando veo a la muchacha aguantando estoicamente bajo el paraguas a que le den paso desde el plató para decir: “Sí, está lloviendo”, me acuerdo de Plinio el Viejo. 
El autor romano Plinio el Viejo falleció -según dicen- al querer acercarse en barca al Vesubio en plena erupción. Que ya son ganas, también. Y eso que en aquella época nadie iba a darle paso desde el plató en Roma, ni había pantallas gigantes retransmitiendo desde el Coliseo, ni siquiera pudo Plinio hacer un LIVE desde su canal de Youtube. 

Otro autor romano al que le tengo cariño es Suetonio. Siempre procuro tener ordenados los volúmenes de Vidas de los doce Césares que vienen a ser unas biografías políticas algo cotillosas. Aunque no recuerdo haberlas prestado nunca.

Puse en el Tuitah que Cayo Suetonio Tranquilo fue bibliotecario. 
Y en seguida respondieron compas aportaron a otros célebres personajes que habían compartido profesión (Cicerón, Mao, Lenin, John Edgar Hoover, Benito Juárez, Porfirio Díaz, José Vasconcelos, Giacomo Casanova ó Nadezhda Krúpskaya).

Pero nadie mencionó lo importante: que Cayo Suetonio Tranquilo estaba en la biblioteca... tranquilo. (¡Chinpun!)
Obvio que no le tocó estar en la sala infantil el primer día de la vuelta al cole.


Y para terminar les contaré una metáfora del trabajo en la biblioteca. 
Ahí va: Trabajar en una biblioteca es como correr con un cubo por una gran sala con goteras. Puedes poner el cubo aquí, allí o más allá. Pero no puedes ponerlo en todos los lugares donde se precisa A LA VEZ. Y aunque hagas todo cuanto puedas para evitar la gota, siempre habrá alguna gota cayendo en algún lugar y en breve, se formará un charco.

Por desgracia en algunas bibliotecas lo del cubo, los charcos y las goteras no es una metáfora, sino algo literal.
Biblioteca Poble Sec 25-05-2019. 

¡Manden a Plinio el Viejo a informar, a ver si así se toman medidas!
Porque que el cielo nos caiga encima es lo único que temían los galos, como se puede leer en La guerra de las Galias (o quizás era en Ásterix).





Y ahora vienen los créditos que la gente no lee, pero ustedes sí porque son de biblioteca y leen aún sin querer.
._.

Este artículo va dedicado a:
· El personal de biblios que ha tenido que achicar agua.
· Compas que aportaron a otros bibliotecarios famosos. 
@dejaloquesangre: Gracias por la foto de Nadezhda Krúpskaya, la usaré para un memebibliotecario.
@FranciscoVzque3: Gracias por los aportes, en especial descubrirme la palabra: Tzompantli
Y supongo que "gracias" por el consejo/amenaza de @fxvierglezcudr que me informó que el bibliotecario Cicerón acabó con la cabeza en una pica por rajar de su jefe.
Ehem...

Y gracias indirectas a @yolandavalmar porque he bautizado esta nueva sección de opinión como "Cae la hoja... (en otoño)". 

Y recuerden: lo importante es caducifolio.


2 comentarios:

  1. Ya sé que no tiene nada que ver con las goteras, pero mira que cosas, he leído esto y he pensado en ti: https://www.directoalpaladar.com/cultura-gastronomica/bibliotecas-que-prestan-moldes-otros-utensilios-cocina-porque-todo-espacio-casa-tiene-limite

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