martes, 1 de mayo de 2018

Guía del autoestopista galáctico

No les voy a hablar del libro Guía del autoestopista galáctico de Douglas Adams, porque muchos lo han hecho ANTES y MEJOR que yo.

Pero sí les compartiré mis subrayados (digitales, NO SE ASUSTE)

Encontrarán el libro en su biblioteca
o en la plataforma eBiblio


La mayoría de sus habitantes eran infelices durante casi todo el tiempo.

Y entonces, un jueves, casi dos mil años después de que clavaran a un hombre a un madero por decir que, para variar, sería estupendo ser bueno con los demás, una muchacha que se sentaba sola en un pequeño café de Rickmansworth comprendió de pronto lo que había ido mal durante todo el tiempo, y descubrió el medio por el que el mundo podría convertirse en un lugar tranquilo y feliz.

Lo que más solía preocuparle era el hecho de que la gente le preguntara siempre por qué tenía un aspecto tan preocupado.

Estaba claro que alguien había sido sumamente incompetente, y esperaba por lo más sagrado que no hubiera sido él.

-Pero los planos estaban a la vista…
-¿A la vista? Si incluso tuve que bajar al sótano para verlos.

… solía irrumpir sin que lo invitaran en fiestas universitarias, donde se emborrachaba de mala manera y empezaba a burlarse de cualquier astrofísico que pudiera encontrar hasta que lo echaban a la calle.

...el quehacer de los conductores de los bulldozers era sentarse en corro bebiendo café y haciendo experimentos con las normas del sindicato para ver si podían sacar ventajas económicas de la situación.

El trabajo del presidente no es el ejercicio del poder, sino desviar la atención de él.

Es tan maravillosamente maravilloso que me dan ganas de robarlo. Una maravillosa frase presidencial, absolutamente ajustada a los hechos.

Se dejó caer tan pesadamente como pudo sobre su sillón de mando con la esperanza de que se rompiera y así tener algo por lo que enfadarse de verdad.

La Guía del autoestopista galáctico es una especie de libro electrónico. Te dice todo lo que necesitas saber sobre cualquier cosa.
-Mira, se aprieta este botón, la pantalla se ilumina y te da el índice.
Se encendió una pantalla de siete centímetros y medio por diez y empezaron a revolotear letras por su superficie.

Fui por una semana y me quedé quince años.

Los pesados suelen ser niños ricos sin nada que hacer. Van por ahí, buscando planetas que aún no hayan hecho contacto interestelar y les anuncian su llegada (...) Buscan un lugar aislado donde no haya mucha gente, aterrizan junto a algún pobrecillo inocente a quien nadie va a creer jamás, y luego se pavonean delante de él llevando estúpidas antenas en la cabeza y haciendo ¡bip! ¡bip! ¡bip!

Acabo de tener una desdichada aventura amorosa y no veo por qué tenga que divertirse nadie.
Me niego a demostrar que existo, dice Dios, porque la demostración anula la fe, y sin fe no soy nada.

Todas las películas de Bogart han desaparecido, se dijo para sí, y eso le produjo un efecto desagradable.

Incluso la luz, que viaja tan deprisa que a la mayoría de las razas les cuesta miles de años comprender que se mueve, necesita tiempo para recorrer las estrellas.

Fuera hay un número infinito de monos que quieren hablarnos de un guión de Hamlet que han elaborado ellos mismos.

… nada más concederle el Premio a la Extrema Inteligencia del Instituto Galáctico, fue linchado por una rabiosa multitud de físicos respetables.

Cuando crees que la vida no puede ser más dura, empeora de repente.

¿Qué otra cosa podía hacer con una licenciatura en Matemáticas y otra en Astrofísica? Era esto, o volver los lunes a la cola del subsidio del paro.

La construcción por encargo de planetas de lujo.

-Se la odie o se la ignore- sentenció tristemente MArvin-, la vida no puede gustarle a nadie.

Declaró repetidas veces que nada era verdad, aunque más tarde se averiguó que mentía.

¿No le ahorraría un montón de tiempo si me diera por vencido y me volviese loco ahora mismo?

el Pensador de la Estrella Googleplex en la Séptima Galaxia de la Luz y del Ingenio.

El despacho era un revoltijo absoluto, como lo resultado de una explosión en una biblioteca pública.

Sólo tengo que hablar con alguien y enseguida empieza a odiarme. Hasta los robots me odian.

2 comentarios:

  1. Pues si te mola el libro hay una asociación por Madrid dedicándose a representar cierta historia que tiene que ver con una guia, unas toallas y autoestopistas
    https://www.facebook.com/events/415173508949772/

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