He tardado 3 días en ver el primer episodio... (y eso que estoy acostumbrado a ver shows de puroresu de NJPW de esos que duran 6 horas).
Maestros de la costura es como MasterChef (son productos televisivos de la misma productora). Pero como yo JAMÁS he visto MasterChef diré que se parece a TopChef, que sí lo seguí, y con mucho interés.
Masterchef era con gente anónima, meros aficionados a la cocina. Y TopChef era con cocineros profesionales. Yo prefiero ver a los buenos, a los profesionales, a los que tienen una trayectoria (y algo que perder). Para ver gente aficionada a algo ya está la vida real.
Pero como no tengo ni idea de costura, le di un ojo a Maestros de la costura.
La presentadora me irrita bastante, porque no tengo claro si es "buena" y ayuda a los llorosos concursantes o es "mala" y ejerce de figura de autoridad.
El jurado es malo. Y ya se sabe que cuánto más malo, mejor. Hay un señor que ejerce de Chicote, lleva la voz cantante en el jurado y no quiere que nadie se le suba a las barbas. Luego está una mujer que nunca dice mucho y luego está el otro tipo que, con el debido respeto, parece un señor hortera que se dedique a la chatarra.
El rey de la chatarra, la señora y el Chicote de la moda aturullando a una concursante
En Maestros de la costura hay cosas muy petardas.
Y lo más petardo, son los concursantes.Hay que aplaudir sonoramente a los encargados del casting porque han tenido que peinar la península de norte a sur para encontrar a gente tan variada (y a veces bizarra).
Sorprende el elevado porcentaje de religiosidad entre los participantes.
Hay una profesora de religión, madre de 4 hijos y cuyo marido se llama Juan Pablo (¿Segundo?). Parece un cliché de señora recatada que se escandaliza por todo el desenfreno y la lujuria gay a su alrededor.
Hay un tipo que borda figuras religiosas.
Hay un par de gemelos valencianos que REZAN mientras cosen.
Y luego hay una ama de casa, hija de marino, esposa de marino y que espera que alguno de sus 6 hijos (¡6 hijos ¬_¬ y eso que el marido almirante estaba siempre fuera) se haga marino también.
Luego hay un montón de treintañeros barbudos a los que no diferencio entre sí.
La que sí destaca es una muchacha fan de las pelucas multicolor que cuando se quita sus zapatos con alzas no llega a la mesa y que trabaja en una gasolinera de un pueblo de 100 habitantes.
Y luego está la gente joven.
Hay una chica de 21 que aparenta 35. Uno de 23 que parece tener la edad mental de un chaval de 15 y, mi favorita y mi apuesta ganadora para el concurso, una muchacha de 23 llamada Alicia.
Alicia PARECE la única persona sensata, racional, no histriónica ni chillona y con la cabeza bien amueblada para hacer cosas. O quizás sólo me cae bien porque cuando está concentrada me recuerda a Ronda Rousey.
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