miércoles, 21 de febrero de 2018

La biblioteca de piedra

Existió otra humanidad es un libro de 1976 escrito por J.J. Benítez sobre las piedras de Ica.


Leyendo el libro tengo la impresión que al narrador le engatusó un cantamañanas.


J.J. Benítez se planta en Perú y en la región de Ica conoce a un tipo, médico de profesión, que dispone en su casa de un montonazo de pedruscos con dibujos -según él- antiquísimos.
Estos dibujos habrían sido hechos por una antigua civilización, ¡tan antigua que convivió con los dinosaurios!
Pero lejos de ser unos rústicos, eran gente muy avanzada tecnológicamente (tenían electricidad generada por la fuerza electromagnética de la Tierra captada por las pirámides o naves espaciales que volaban ajenas a la gravedad), tenían modernos conocimientos médicos (trasplantaban corazones y cerebros) y hacían mapas del mundo de la época (que incluía continentes como la Atlántida o Mu) o incluso dibujaron la Antártida ANTES de su glaciación.
Si no alucinas mandarinas con lo contenido en éste párrafo es que debes tener horchata en las venas.


El libro se crea a partir de una serie de entrevistas que Benítez le hace al doctor Dr. Javier Cabrera Darquea (1924-2001), el tipo que dio a conocer las piedras de Ica.
J.J. Benítez con su chaleco aventurero entrevistando a Javier Cabrera

Ica está en Perú, relativamente cerca de Nazca. Y la hipótesis es que ambos misterios están unidos. Afirman que la civilización que creó Nazca y sus líneas geométricas / pistas de aterrizaje fueron los responsables de las piedras de Ica. De Nazca hay algo innegable y es que las figuras y dibujos de centenares de metros en el suelo del desierto, sólo se ven enteros desde arriba.


De todos los investigadores de lo paranormal que he tenido la oportunidad de leer, J.J. Benítez es el que más tiende a “novelar” sus historias (de ahí su éxito comercial, supogo).
...mi espíritu pudo sentir la proximidad del misterio. Y la imaginación terminó por desbordarse, incapaz de resignarse a una realidad como la nuestra, tan convencional como limitada. Dice.


En sus reportajes para televisión, Benítez solía olvidar mencionar que sus recreaciones audiovisuales eran esto, recreaciones; dramatizaciones con actores y con efectos especiales para provocar la sensación de realidad.
Esto no es una queja, al contrario. Yo siempre he sido partidario de: “entre publicar la verdad o la leyenda, publique usted siempre la leyenda” (cita de El hombre que mató a Liberty Valance, de John Ford).
Y pocas personas deben tener tanto material para confeccionar leyendas como J.J. Benítez, que se ha pasado la vida buscando ovnis, investigando conspiraciones y misterios sin resolver.


Hace unos años la hipótesis de las antiguas civilizaciones se puso muy de moda gracias al programa “Alienígenas Ancestrales” (Ancient Aliens) que adquirió notoriedad porque en lugar de emitirse tras Cuarto Milenio, salía en el canal de Historia (que uno suponía tan serio y riguroso como el National Geographic).
Pero en 1975 ya existía esta idea de extraterrestres que venían a la Tierra y eran tomados por Dioses, que los ovnis siempre nos han visitado o que, las pretéritas civilizaciones tuvieron conocimientos tan avanzados que nuestra civilización actual aún no ha descubierto. No sólo Benítez investigó las piedras de Ica, también lo hizo Erich von Däniken (otro experto del asunto de las antiguas civilizaciones y estrella habitual de Ancient Aliens).
Al poco de morir Franco, empezó un programa en TVE dirigido y presentado por el Doctor Jiménez del Oso ("Más Allá”, disponible en el web del archivo de RTVE) que ya suelta perlas paranormales que aún hoy son mencionadas en “Cuarto Milenio” o “Ancient Aliens”. Es decir, nada nuevo hay bajo el Sol.
Yo amo “Más allá” por su clasicismo rústico que roza el ridículo. Como no existe el Powerpoint, tenemos al Sr. Jiménez con un bastoncito apuntando aquí y allí en una foto borrosa que podría ser cualquier cosa. O delirantes sesiones de hipnosis en que el paciente habla de cómo será el mundo en el futuro (el futuro de 1975, era 1984. Y se parece mucho al de la novela de Orwell).


Según Wikipedia, en 1998 se demostró que las piedras de Ica eran un fraude. Pero en 1976, cuando J.J. Benítez alucina pepinillos con las teorías de las tres lunas que orbitaron en la Tierra (y una cayó a nuestro planeta y provocó un cataclismo en el que perecieron los dinosaurios o se desmembró la Atlántida) o sobre esas piedras que incluyen mapas del Cosmos en que se señalan en qué planetas hay vida (no queda claro, si hay vida inteligente aquí, en la Tierra); en 1976 ya suena un poco raro que todo esto lo haya descubierto un médico en sus ratos libres.
Pero Benítez se lo cree y su pasión es la pasión de alguien que ama -como yo-, las buenas historias aunque incluyan “pruebas fehacientes” de humanos domesticando dinosaurios voladores.
¡Holy shit!


El guiño más simpático de las piedra de Ica es que Benítez y el médico investigador-en-sus-ratos-libres, las llaman “libros”. Y así, todas juntas (las 11.000 piedras que dicen que hay) forman una BIBLIOTECA prehistórica o BIBLIOTECA de piedra.

😎 BIBLIOTECA









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