I
nadie me conoce yo hablo la noche
nadie me conoce yo hablo mi cuerpo
nadie me conoce yo hablo la lluvia
nadie me conoce yo hablo los muertos
IV
una muñeca de huesos de pájaro
conduce los perros perfumados
de mis propias palabras que me vuelven
VI
grietas en los muros
negros sortilegios
frases desolladas
poemas aciagos
XII
cuervos en mi mente
sobre su querido cuerpo
es el gran frío de la noche
lo negro
pasión de nuestros señores
los deseos
XV
niña que en vientos grises
vientos verdes aguardó
EN ESTA NOCHE, EN ESTE MUNDO
(fragmento)
(todo lo que se puede decir es mentira)
el resto es silencio
sólo que el silencio no existe
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