domingo, 30 de noviembre de 2025

Despedidas (2008)

El funeral que quisiera tener

Despedidas - Okuribito - Departures

Cuando la orquesta es disuelta, el violonchelista Daigo Kobayashi debe asumir que aunque lleve tocando el instrumento desde que era pequeño y aún deba terminar de pagar el violonchelo que compró, no es un músico lo bastante bueno.

Así que, junto a su esposa, deciden volver a su Yamagata natal e irse a vivir al antiguo café de los padres de Daigo. Allí, el muchacho deberá enfrentarse a un pasado que quiso dejar atrás: el rencor hacia un padre que les abandonó siendo él muy pequeño y la culpa que siente Daigo por haber estado lejos cuando su madre falleció.

Daigo acude a una entrevista de trabajo de una pequeña empresa local. Es contratado de inmediato, aunque Daigo no tenga aún muy claro a qué se dedican.
Tsutomu Yamazaki - Masahiro Motoki - Despedidas - 2008 - Okuribito

Los servicios que ofrece esa empresa es el ritual de nokanski. Un rito funerario consistente en lavar, vestir, maquillar y colocar el fallecido en el ataúd. Este rito es aparte de la ceremonia religiosa (budista, sintoísta o cristiana). Y el paso previa a la incineración.
El nokanski lo realizaba, antiguamente, la propia familia del difunto. Aunque hoy lo hagan profesionales, el ritual se realiza ante los familiares y allegados. El ritual se lleva a cabo con una pulcritud y una elegancia en la ejecución propia de la más excelsa diligencia japonesa. Y con un profundo respeto por el fallecido y preservando siempre su dignidad. 
A diferencia de nuestro mundo occidental en que el muerto pasa, al fallecer, de ser una persona a ser un mero objeto.
Tsutomu Yamazaki - Masahiro Motoki - Despedidas - 2008 - Okuribito

Daigo (interpretado por Masahiro Motoki) irá aprendiendo de su jefe y maestro (interpretado por el firme actor Tsutomu Yamazaki). 
Daigo encontrará su lugar en ese mundo, a la vez que asumirá el distanciamiento y hasta el rechazo de su entorno al dedicarse al siempre tabú tema de la muerte.
Esa marginación social me hizo pensar en la genial película de Berlanga, El Verdugo, donde un joven se ve arrastrado a un trabajo bien remunerado pero con un fuerte estigma social.

A través de las diversas despedidas en los que Daigo y su maestro participan vemos distintas realidades de la familias que quedan atrás cuando un pariente fallece. La muerte es para todos, pero no todos la encajamos igual.
Masahiro Motoki - Despedidas - 2008 - Okuribito

El tema de la película es serio y la gravedad de la situación es contenida y escrupulosa. Lo que no omite que de vez en cuando se escape alguna chispa de humor (como los pandilleros en el funeral de la chica joven).

Argumentalmente la película puede tener giros previsibles (como el choque con la esposa y su posterior regreso. O el traspaso generacional de la piedra de río). 
Ryoko Hirosue - Masahiro Motoki - Despedidas - 2008 - Okuribito

O caer en ciertas repeticiones. Es cierto. Pero solo con la repetición uno aprende la maestría.
Ryoko Hirosue - Despedidas - 2008 - Okuribito
Discos con grabaciones de Pablo Casals 😉



Despedidas (Okuribito2008) dirigida por Yōjirō Takita. Como apunte final, les diré que la película le fue otorgado el Oscar al mejor film de habla no inglesa en 2008. Pocas veces, tan merecido.

miércoles, 26 de noviembre de 2025

Harold Pinter - Tea Party

Tea Party es una obra escrita por Harold Pinter (adaptación de un relato propio de 1963). Fue un encargo de la European Broadcasting Union para un proyecto de televisión internacional llamado "El teatro más grande del mundo". Varios países produjeron sus propias versiones televisivas (entre ellas la BBC o TVE). Se transmitieron, en sus respectivos países, cerca del día internacional del Teatro (27 de marzo) de 1965.


La adaptación de Televisión Española fue transmitida el día 24 de marzo de ese 1965. Fue dirigida por Marcos Reyes con guion de Luis Fernando de Igoa según la obra de Harold Pinter. De los decorados se encargó Julio León.
Y los intérpretes fueron: 
Gemma Cuervo, Fernando Rey, Julia Gutiérrez Caba, Carlos Estada, Juan Miguel Cuesta, José Luis López, Pedro Mari Sánchez, Manuel Dicenta, Carmen Lozano, Nélida Quiroga y Félix Dafauce.


La sinopsis oficial dice:
Un millonario de origen humilde hecho a sí mismo contrata una nueva secretaria justo antes de casarse con una mujer de linaje aristocrático. También comienza a sufrir problemas misteriosos con su vista y lentamente se vuelve delirante.


Opinión:
Aunque la obra original está escrita por el dramaturgo Harold Pinter, la historia podría ser un capítulo de la popular serie Historias para no dormir, de Chicho Ibáñez Serrador. Hay algo turbio siempre latente y un final chocante. 


El protagonista, Fernando Rey, hace el mismo personaje que solía hacer Fernando Rey cuando trabaja a las órdenes del cineasta Luis Buñuel: un señor, que desde su posición con dinero, mira obsesivamente a las mujeres. En especial sus piernas y pies (fetichismo buñueliano recurrente). Para ir mostrando luego extrañas manías, de índole erótico, hacia la mujer que acecha. Todo ello, con el porte elegante, burgués y refinado que le imprimía Fernando Rey.

Esto lo verán ustedes en películas como Viridiana, Tristana y El discreto encanto de la burguesía (entre otras) con leves matices (y diferentes mujeres).


Argumento:
En Tea Party, un empresario de éxito (del ramo de baños y urinarios) contrata a una secretaria (que abandonó su anterior trabajo porque su jefe la pellizcaba). El empresario justo se casa y coloca al cuñado en la empresa. Y éste a su hermana -la esposa del empresario- como su secretaria. 
El empresario empieza a padecer lo que él toma por trastornos oculares. Consulta a su mejor amigo (oftalmólogo y padrino ausente de la boda). Todo está correcto en sus ojos. Así que, entendemos, padece alucinaciones. El hombre se irrita con sus hijos, sospecha de su cuñado y solo siente alivio cuando la secretaria le pone su pañuelo sobre los ojos. Bien apretado en las sienes. 
De esta guisa se reúnen para un Tea Party con los padres de él.

domingo, 23 de noviembre de 2025

Dolls (2002)

Cualquier soplo de la vida puede romper un alma humana.

Dolls 2002 - Takeshi Kitano


Porque los humanos somo frágiles como muñecos de madera, llevados de aquí para allá por manos del destino o el azar, en un teatrillo que es la vida.

Miho Kanno - Hidetoshi Nishijima - Dolls 2002 - Takeshi Kitano

Inicia el film con una secuencia del teatro tradicional de marionetas, el teatro Bunraku. Donde hacen falta tres artistas para dotar de "vida" a una muñeca. Más un recitador, que narra la historia y habla por los muñecos. 
Aquella historia con muñecas es metáfora y anticipación de lo que se viene.

Luego conoceremos las tres historias de la película. Tres historias de "amor", pero en las que el amor es algo secundario. Cada una de las historias tiene algo primordial al propio amor: la culpa, la esperanza o la idealización.

En la primera historia se nos muestra los intentos de enmendar una decisión. Un tipo a punto de casarse con la hija del jefe de la empresa, un matrimonio teledirigido por los padres, huye de la boda al saber que su ex, su verdadero amor, ha tomado una sobredosis de pastillas.
La decisión de anteponer la boda provechosa al verdadero amor, ha provocado secuelas cognitivas en la muchacha, que ya sin reconocer a su antiguo amor, es llevada de aquí para allá... como una muñeca.
Dolls 2002 - Takeshi Kitano

Para que ella no se accidente y mantenerla dentro de una distancia de rescate, el tipo le anuda una gruesa cuerda a la cintura. Así, vagan atados los dos, yendo hacia un lugar en el recuerdo. Su viaje va de lo real y tangible (vivir en el coche) a lo onírico (cruzando páramos nevados vestidos con los ropajes de las muñecas del teatrillo). Su destino final es un lugar que ya solo permanece en su memoria.

Miho Kanno - Hidetoshi Nishijima - Dolls 2002 - Takeshi Kitano

La cuerda que les ata es un símil simpático de la célebre leyenda romántica del hilo rojo del destino. Los Dioses unen con ella a dos almas y éstas, aunque vaguen de aquí para allá en la vida y en las relaciones con otros, acabarán por encontrarse. Porque su destino era estar juntos.


Las otros dos historias de la película, con un peso y un metraje menor, y un final más amargo, hablan de la esperanza y la idealización en el amor.

Una pareja joven se separa. Él ha tomado la decisión de abandonar su paupérrimo trabajo e irse a hacer fortuna. Ella, toma la decisión de esperarlo. Y así, cada sábado -como solía hacer- ella va al parque, se sienta en el banco y espera con los bento de comida para los dos. Pero él no aparece.
Muchos años más tarde, cuando él es un jefe de la yakuza decide ir a ese parque, un sábado. Y ahí sigue ella. Esperanzada en un amor que se ha ¿malgastado quizás?
Dolls 2002 - Takeshi Kitano

En la tercera historia, un pobre empleado de obras públicas, tiene una gran fascinación por una idol. Cuando ella padece un accidente de tráfico que la desfigura y le hace abandonar su carrera, él toma una drástica decisión. 
El amor del tipo por la idol es unidireccional. Una idealización basada en la imagen que se ha construido alrededor de la idol para, precisamente, "enamorar" a los fans.
Cuando la idol "muere" y la chica deja de actuar en personaje y se queda sola, el tipo que se le acerca es alguien que sigue viviendo un "amor" imaginado. En verdad no a ama a la chica, sino a la idol que ella interpretó. Pero ella puede VER hasta qué punto es profundo ese amor.
Kyoko Fukada - Dolls 2002 - Takeshi Kitano


Takeshi Kitano es un personaje con múltiples facetas. Hasta el punto que hay gente que acepta una y rechaza las demás. Kitano es el payaso cómico del programa de caídas y porrazos, Takeshi's Castle (en España, Humor amarillo). Un tipo con gusto por el humor absurdo, como ya comentamos aquí en Zatoichi.
Kitano, renombrado como Beat Takeshi, es el anti-héroe callado y áspero de los films de la yakuza. Un personaje de pocas (o ninguna) palabras que habla con violencia, directa y avasalladora.
Y en consonancia con estas dos facetas, está también el cineasta visual y poético que reflexiona con profundidad sobre la soledad o los lazos afectivos. Como el de El verano de Kikujiro o el que se ve aquí, en Dolls.

Miho Kanno - Hidetoshi Nishijima - Dolls 2002 - Takeshi Kitano
Ese maravilloso momento

En Dolls Kitano opta por omitir diálogos y dejar hablar a los silencios. El escenario, a diferencia del teatro de marionetas en el que es inexistente, en las historias de la película adquiere mucha importancia. No solo la pared de fotos de la idol en la historia del fan, o el banco en el parque, o todos los lugares bellos por los que deambula la pareja atada. Destacan los arces otoñales o los cerezos en flor. La naturaleza, con su silencio y su quehacer tranquilo, parece poder curar. O al menos, mitigar el dolor que causa la propia vida y sus reveses. Ya sean accidentes o traiciones de personas amadas.
 

Dolls (2002) dirigida por Takeshi Kitano. El Kitano tranquilo...

domingo, 16 de noviembre de 2025

Lost in Translation (2003)

Breve encuentro (en Tokio)

Lost in Translation - 2003 - Sofia Coppola


Un actor venido a menos viaja a Japón para rodar un anuncio de un whisky. 
Bill Murray - Lost in Translation - 2003 - Sofia Coppola
En sus solitarias noches de hotel coincide con una joven esposa hastiada ya de su incipiente matrimonio.
Scarlett Johansson - Lost in Translation - 2003 - Sofia Coppola

Las dos almas solitarias encontrarán algo de consuelo en medio del frenético bullicio de una megalópolis que nunca duerme. Dormir. Algo que ellos no logran. 
Bill Murray - Scarlett Johansson - Lost in Translation - 2003 - Sofia Coppola

La incomunicación que refleja la película va más allá del choque idiomático y cultural evidente. Tampoco entre los que comparten lengua y cultura hay verdadera comunicación.
Bill Murray - Scarlett Johansson - Lost in Translation - 2003 - Sofia Coppola
Bob, Bill Murray, mantiene fragmentarias conversaciones con su esposa. Ella le manda faxes o paquetes con muestras para elegir el color magenta de la moqueta. Y sus llamadas telefónicas son breves, inconexas y frustrantes.

Charlotte, Scarlett Johansson, vive en la habitación del hotel con su marido.  No es que discutan o se llevan mal, es que están ya a años luz de distancia. 
Y uno puede preguntarse: ¿Qué clase de tonto se va a trabajar dejando que Scarlett Johansson se aburra?
Scarlett Johansson - Lost in Translation - 2003 - Sofia Coppola
Así que Bob y Charlotte, se encuentran, cruzan palabras, y salen por el Tokio nocturno. ¿Es un romance? ¿Son amigos? ¿Son amante imposibles? En todo caso lo suyo es un breve encuentro... en Tokio.
Bill Murray - Scarlett Johansson - Lost in Translation - 2003 - Sofia Coppola


La directora Sofia Coppola, hija de ya saben ustedes quién, empezó una carrera actoral siendo un bebé en El Padrino y siendo asesinada, en la ficción y por la crítica cinéfila, en El Padrino III
Coppola vivió un tiempo en Japón y plasmó en la película su interés por la ciudad. Y, según dicen los cotillosos, parece que hay un paralelismo poco escondido entre la propia directora y su ex pareja y ese gélido y desconectado matrimonio de Charlotte en la película.
Scarlett Johansson - Lost in Translation - 2003 - Sofia Coppola

Hecha para la máxima gloria del payaso triste de Bill Murray, la película se impregna pronto de la mirada del personaje. El personaje de Murray, amargado y vacío, se deja llevar de aquí para allá con esa apatía que tan bien refleja.

Bill Murray - Scarlett Johansson - Lost in Translation - 2003 - Sofia Coppola



Lost in Translation (2003) escrita y dirigida por Sofia Coppola.

Bill Murray - Scarlett Johansson - Lost in Translation - 2003 - Sofia Coppola

domingo, 9 de noviembre de 2025

Tokyo drifter (1966)

La yakuza pop o el segundo Lupin

Tokyo drifter - 1966 - Seijun Suzuki

El jefe de un clan mafioso ha decidido jubilarse de sus negocios. Y Testuya, el mejor asesino del clan, decide también abandonar el crimen. Pero por fidelidad al jefe, sigue recibiendo algunos golpes. El pasado le persigue y los antiguos rivales y las nuevas traiciones de falsos aliados, no le permiten a Tetsuya asentarse en ningún lugar. Y está condenado a vagabundear solo por Tokio. 

En Tokyo drifter (o el vagabundo de Tokio) hay tiroteos, persecuciones en coche, malvados de pandereta, puertas secretas y trampas ocultas. Y un anti-héroe que sigue su propio camino mientras el mundo, violento y cínico, en el que ha estado envuelto se niega a soltarlo. 
Los mafiosos hablan a puñetazos y con disparos. Y las muchachas cantan en clubs o reciben sonoros bofetones. Y una de ellas se pasa la película leyendo un manga.
Tokyo drifter - 1966 - Seijun Suzuki - manga
La muchacha leyendo ¿la Shonen Jump?

La estética y el desenfado de Tokyo drifter del cineasta Seijun Suzuki tuvo una influencia tremenda en una franquicia manganime que ha hecho furor en el mundo entero: Lupin III. Aunque el origen biográfico del personaje de Lupin The Third, sea el Arsene Lupin de las novelas de Maurice LeBlanc, el manga de Monkey Punch, bebe claramente de James Bond y de este yakuza pop.
Lupin the Third - Seijun Suzuki
Suzuki co-dirigió un film de Lupin: "El Oro de Babilonia"

La yakuza, la mafia japonesa que siempre se ha regido por códigos de honor y lealtades (aunque nunca faltan en ella las traiciones) se apoderó, en la cultura popular, de ese aura de pureza tradicional que antaño tuvieron los samuráis. 
Y así, los ronin, o samuráis sin clan, mutaron en los taciturnos asesinos a sueldo con traje. La katana dejó paso al revólver. Y las hazañas de esos personajes se transmitían, ya no oralmente como leyendas, sino en novelitas pulp y en el nuevo género artístico que dominó el siglo XX: el cine.
El cine de gánster, el noir y el Hollywood clásico, llegaron a Japón, y todo ello formó un cóctel (sino explosivo sí con muchos tiros) propio de Japón: el cine de yakuzas.
Tokyo drifter - 1966 - Seijun Suzuki

Entre la épica y la tragedia, que pretendía mostrar la crudeza de la realidad de la yakuza, el cineasta Seijun Suzuki, un artesano de este cine de yakuzas, le dio su toque de modernidad pop, propia de los años 60. 
Trajes en rojo, americanas verdes, minifaldas y gente joven bailando, música moderna y un gusto por el entretenimiento que dejaba, muy claramente, a un lado la verosimilitud.
Tiroteos imposibles donde los esbirros malos caen de un único y certero disparo. Donde las armas vuelan de aquí para allá. Donde el protagonista esquiva balas como si se apartase de autobuses y rueda por el suelo, o por el aire, recibiendo alguna vez un disparo pero que no llega a ser más grave que un leve rasguño. 
Tokyo drifter - 1966 - Seijun Suzuki

Todo ello poco verosímil en realidad. 
Y luego está el color. Las composiciones cromáticas también tienen poco de naturales aquí.
Tokyo drifter es una sobreexposición de colores. A veces el contraste es tan forzado, como en el arranque del film, que los yakuzas parecen actores negros en trajes blancos. Hay escenas en que todo lo que hay en la pantalla es monocolor:  El verde neón de las callejuelas. O un tipo en traje blanco cruzando un escenario nevado.
Tokyo drifter - 1966 - Seijun Suzuki
Más blanco que Kieslowski

Para poca realidad, esos escenarios teatrales de los locales nocturnos donde no existen paredes. O esa recreación de saloon del far west, un escenario creado solo para la típica pelea de western en que se rompen sillas y cristaleras. Todo ello busca el puro entretenimiento por más teatral que parezca... 
Tokyo drifter - 1966 - Seijun Suzuki

Seijun Suzuki fue un cineasta bajo contrato por la productora Nikkatsu. Realizó casi 40 películas en 12 años. Eran obras de bajo presupuesto y más bajo argumento. Películas de serie B sobre yakuzas. La creatividad de Suzuki, y los recortes de presupuesto, le empujaron a ir más allá. Siendo cada vez más imaginativo, elíptico, surrealista y críptico. En su obra van apareciendo cada vez más réplicas de humor absurdo en el guion, ángulos de cámara poco habituales y la ya mencionada explosión de colores pop. 
Tokyo drifter - 1966 - Seijun Suzuki
El peculiar encuadre de la reunión de los jefes de la yakuza

Tras la película Branded to kill, Suzuki fue despedido de Nikkatsu y aunque demandó al estudio por despido improcedente, su nombre pasó a engrosar una lista negra que lo mantuvo durante casi 10 años en el olvido (y sin dirigir). Hoy en día su figura se ha ido recuperando y su obra se considera de culto.

Seijun Suzuki, como el Tetsuya protagonista de Tokyo drifter, es un tipo que hace lo que puede con lo que le dan. Pero no se pliega a las normas, y va más allá. Hasta alcanzar un estilismo artístico considerable. 
Y es que la pobreza, amigos, agudiza el ingenio. 


Tokyo drifter (Tôkyô nagaremono, 1966) a.ka. El vagabundo de Tokio dirigida  por Seijun Suzuki. El Lupin pop de la yakuza.