Páginas

domingo, 30 de octubre de 2022

Otra vuelta de tuerca

 



La historia habría sido espeluznante si ella hubiera recordado mejor, pues se trataba de una pareja de niños pequeños en un lugar alejado, a los que se les habían aparecido los espíritus de ciertos criados "malos", muertos mientras trabajaba en la casa, con el objetivo de "poseerlo".

¿Cómo no iba a ser encantador un trabajo que se presentaba lleno de cotidiana belleza?

Él quería acabar un libro y me había complacido fomentar un propósito tan laudable para un joven cuyo único defecto eran los ocasionales excesos de impaciencia.

Cuantas más vueltas le doy más cosas comprendo, y cuanto más cosas comprendo más miedo me da.

Usted no tiene mi terrible audacia mental...

Si me hubiera encontrando con un asesino en semejante lugar y a semejante hora, al menos hubiéramos hablado.

Yo era tan incapaz de afrontar la fealdad y lo penoso de todo aquello que me limitaba a darle largas y vivir al día.


._.

Yo había tenido hermanos y no era para mí ninguna revelación ver que las muchachitas jóvenes idolatran como esclavas a los niños. Lo que sobresalía por encima de todo era que hubiese en el mundo un muchacho capaz de sentir tan delicada consideración por una persona de edad, sexo e inteligencia inferiores.

Una de las formas de rendir un hombre homenaje a una mujer consiste en consagrarla a las sagradas leyes de su bienestar.
._.






Epílogo (por David Bromwich)

No se puede afirmar que alguien, salvo la institutriz, haya visto los fantasmas.
Yo: ¡Ahá! ¡Solo los ve ella!


El interés radica en si podemos o no confiar en las declaraciones de los niños de que no han tenido ningún contacto, y en si podemos o no confiar en la afirmación de la institutriz-narradora de que tanto Quint como la señorita Jessel mantienen la casa bajo su influjo maligno.
Una voz narradora en primera persona nos induce a pensar que lo que ve y lo que dice (o le dicen) es la VERDAD. Pero podría estar mintiendo o alterando la verdad... 

En el capítulo 6 dice que en Bly, aparte de los niños (Miles y Flora), la señora Grose y ella misma había Media docena de criados y criadas... ¿Por qué nadie ve, ni oye, ni SE LES PREGUNTA JAMÁS nada?



Otra vuelta de tuerca nos trae a la mente otros relatos inquietantes como:
El joven Goodman Brown (1835) de Nathaniel Hawthorne
La guarida (1924) Franz Kafka



Un dato biográfico:
En 1876, Henry James viaja a París y conoce a Gustave Flaubert, Iván Turguénev, Edmond de Goncourt, Alphonse Daudet, Guy de Maupassant y Émile Zola.
¡Santa Papaya, qué año debió ser ese!


"La fe un hecho puede ayudar a crear el hecho
William James (hermano del autor)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Y tú qué opinas?