viernes, 18 de agosto de 2017

Horror a manos llenas

El mundo está lleno de buenas personas.
Y de gente valiente y anónima, héroes de la vida quotidiana. Gente que hace lo que debe hacerse sin mirar a quien hacen bien y sin esperar nada a cambio.

Están los policías y los bomberos, gente que corre hacia el peligro porque es su trabajo.
¡Su trabajo! Mi trabajo es colocar libros. Me enfado cuando me sacan uno de sitio y no lo encuentro o cuando me aparece un carrito lleno hasta los bordes cuando es hora de cerrar.
Y están esas personas valientes que, sin capa, demuestran su valentía de superhéroe cuando se enfrentan a una situación extrema y aterradora.
Para mí casi todo es extremo y aterrador. Hasta ir a comprar el pan, a veces lo es.
Pero mis miedos y mi trabajo son cosas ridículas ante el HORROR (en mayúsculas).

Aterradoras tragedias nos obligan a asumir la fragilidad de la vida. Hoy estás. Mañana puede que no. El carpe diem es muy poético pero no se puede vivir así. Uno necesita creer que mañana su mundo seguirá en pie. Aunque nada lo garantice.
Somos efímeros e insignificantes seres en un punto azul pálido en el espacio.
Nuestra existencia es simple y nuestra vida aburrida. Y la vida es tan hipócrita que sigue cada día como si ayer nunca hubiera existido. Pero hay cosas bonitas. No entiendo esa manía de pisar las flores. No entiendo el mundo ni a la gente. A veces me siento rodeado de bestias (no de animales) sino de bestias humanas, cromañones cuya imbecilidad me envilece y me ensucia. En mi trabajo, en la biblioteca, huyo hacia el estante de Historia del arte o de Poesía. Y me escondo allí.
¿Dónde me puedo esconder en la vida? ¿A dónde huir? ¿Dónde está la paz y la seguridad? Todo cuanto veo en este mundo es horror, horror a manos llenas

2 comentarios:

  1. No puedo más que suscribir todas tus palabras...
    Como siempre, un deleite poder leer tus "posts", palabra que por cierto ¡no me gusta!, prefiero el término reflexiones.
    Atte.,
    M. Berdayes

    ResponderEliminar

¿Y tú qué opinas?